Ya son 23 las personas fallecidas y más de 480 millones los animales muertos durante los incendios que azotan a Australia. Además, hay cerca de 15.000 viviendas destruidas por el fuego. Según el primer ministro Scott Morrison, que enfrenta duras críticas, la situación es "catastrófica". Dentro de la cifra de animales muertos, se encuentran especies protegidas. En las últimas horas murieron 25.000 ejemplares sanos de koalas (la especie se encuentra infectada por una bacteria), la mitad del total de la especie que se considera en extinción.
"Las próximas 48 horas serán increíblemente difíciles", había dicho el viernes el primer ministro australiano Scott Morrison en relación a los incendios forestales que azotan buena parte del territorio australiano. Entre la noche del viernes y la tarde del domingo, el número de fallecidos se elevó de 16 a 23 personas, mientras que son cerca de 15.000 las casas destruidas. Las llamas, que mantenían su foco en el estado de Nueva Gales del Sur, ubicado en la costa oriental del país, comenzaron a propagarse hacia el sur.
UPDATE — Nearly 200 fires are still burning across Australia. The death toll has climbed to at least 24 people and more than 1,200 homes have been destroyed.
— Earth (@earth) January 5, 2020
More than 15 million acres of land has been scorched – 7x the 2019 Amazon fires and 3x the 2018 California fires. pic.twitter.com/VK1f4aIHSP
Llovió sobre los incendios, pero el alivio duró poco, y las autoridades ya advirtieron que los fuegos recrudecerán. La advertencia llegó este mismo lunes, cuando las autoridades prometieron 2000 millones de dólares locales (1338 millones estadounidenses) para la recuperación de las zonas devastadas. Y la policía informó que 24 personas fueron imputadas por haber provocado los incendios forestales de forma deliberada. La tenue lluvia dio algo de tregua para al menos evaluar los daños tras un fin de semana "catastrófico".
En su camino, el fuego alcanzó la Isla Canguro, donde se encontraba situada una de las reservas de animales más importante de Australia; de un total de 50.000 koalas protegidos, murieron casi la mitad. “Esta última población grande y aislada tiene una importancia significativa para el futuro de la especie. Es posible que necesitemos los koalas de Isla Canguro para repoblar poblaciones en declive”; la cita se desprende de un estudio presentado en junio de 2019 por científicos de la Universidad de Adelaida.
Koalas are more at risk in the fires because they’re slow, making it even more difficult for them to escape the flames. They also eat eucalyptus, a tree whose leaves contain highly flammable oils. pic.twitter.com/QJVOSsg1q2
— Earth (@earth) January 5, 2020
La esperanza era que estos koalas se reprodujeran para poblar otras zonas del país. La Fundación Australiana del Koala anunció este año que la especie se hallaba en "extinción funcional", es decir, que ya no jugaba ningún rol relevante en el ecosistema. Si a esto se le suma el hecho de que, según estimaciones, el 80 por ciento de los bosques de eucaliptos, árbol del que se alimenta el koala, fue destruido por los incendios, el destino de la especie parece ir hacia la extinción definitiva.
La muerte de estos ejemplares se suma a una cifra alarmante: según la Universidad de Sidney, son más de 480 millones los animales fallecidos durante los incendios. Los investigadores llegaron a esta cifra estimada a partir del calculo entre la densidad de la población de animales y la extensión de las zonas afectadas por los 150 incendios que se encuentran activos. Así y todo, según Crhis Dickman, científico responsable del estudio, "las estimaciones son muy conservadoras, el número total de fallecidos puede ser superior al de estos primeros cálculos".