A partir del próximo lunes, todos los alumnos de secundaria regresarán a las aulas. Así lo definió el gobierno porteño. Lo que aún resta resolver y está en análisis es el formato de asistencia. Podría haber una bimodalidad para todo el nivel o incluso que los chicos de los primeros años recuperen una presencialidad plena.
Tras los nueve días de confinamiento estricto que decretó Alberto Fernández, el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta dispuso el paso a la virtualidad desde tercer a sexto año, por ser la población escolar que más utiliza el transporte público y más autonomía tiene. Por su parte, los estudiantes de primero y segundo año hasta el viernes cursarán en esquema bimodal, que combina algunos días de asistencia a las escuelas y otros de tareas en el hogar.
Los indicadores mejoraron en las últimas semanas. La CABA logró disminuir el promedio de casos diarios y en Uspallata están convencidos que la presencialidad escolar no altera la curva de contagios. Según confirmaron fuentes oficiales a Infobae, en una reunión que tuvieron en la sede de gobierno, Rodríguez Larreta definió ayer por la tarde junto a su gabinete la vuelta de los chicos que están entre tercer y sexto año a las aulas desde el próximo lunes.
Los estudiantes más grandes volverán a un esquema bimodal. La alternativa que está en estudio es si los chicos de primer y segundo año retornan a la escuela todos los días o si también siguen con una asistencia alternada. Las próximas horas serán clave. El ministro de Salud, Fernán Quirós, pidió aguardar los datos epidemiológicos de la semana completa para tener un panorama más claro.
Los demás niveles educativos seguirán tal como vienen trabajando. Es decir, los jardines maternales, la educación especial, nivel inicial y primaria mantendrán la asistencia diaria. Mientras que la educación para adultos, el nivel superior no universitario y la formación profesional continuarán la cursada en forma virtual.
El otro tema que se discutió ayer en Uspallata fue el receso de invierno. Hasta el momento, el ministerio de Educación que conduce Soledad Acuña analizaba tres variantes: 1) adelantarlo y que comience una semana antes; 2) agregar una semana extra y compensar con los días de jornadas institucionales que suelen implicar pérdida de clases; 3) dejar las vacaciones tal como estaban contempladas en el calendario escolar.
Tras la reunión de Rodríguez Larreta con sus funcionarios, la última opción es la que ganó más fuerza: mantener el calendario original. Si bien aún no está resuelto, las vacaciones de invierno comenzarían el 19 de julio y culminarían el 1 de agosto.
Un punto que tuvo que ver en ello es la vacunación. Hasta el 25 de mayo, la Ciudad era la jurisdicción más rezagada respecto a la inmunización de sus docentes. Tan solo un 15% de su personal había sido vacunado. Sin embargo, con la llegada de dosis, en la última semana se aceleró la campaña de tal manera que permitió cubrir a los 87 mil docentes que se anotaron. Con la vacunación cubierta, ya no consideran necesario mover las vacaciones de invierno.
La semana pasada, en la última sesión del Consejo Federal de Educación, que nuclea a los ministros de todas las provincias, el titular de la cartera nacional, Nicolás Trotta, había pedido que, en caso de aplicarse modificaciones, se consensuara entre los pares regionales. En el caso de CABA, solicitó que se discutiera con la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires.
En la provincia de Buenos Aires, la posibilidad de modificar el calendario escolar aún está en estudio. Una alternativa que se baraja es sumar una tercera semana al receso y emprender un regreso paulatino una vez culminado. La provincia se maneja con el esquema de fases dispuesto por Nación. Solo en 21 de los 135 partidos -los únicos que están en fase 3 y 4- hoy hay clases presenciales. El conurbano bonaerense perdió la presencialidad hace ya ocho semanas.