El oficialismo finalmente consiguió el dictamen de mayoría sobre el proyecto de restricciones sanitarias elaborado por el Poder Ejecutivo, que establece un marco normativo sobre parámetros de riesgo epidemiológico y sanitario para mitigar el impacto de la segunda ola de coronavirus. Con 36 firmas del Frente de Todos, incluida la de Eduardo "Bali" Bucca (en disidencia), el oficialismo intentará ahora incluir y sancionar durante la tarde - noche de hoy el proyecto que blindará las futuras restricciones que se activen desde la Casa Rosada por el coronavirus. En caso de no avanzar, el Gobierno deberá preparar en las próximas 48 horas un nuevo DNU para anunciar nuevos confinamientos intercalados.
La iniciativa en cuestión, que fue aprobada el mes pasado por el Senado, tiene vigencia hasta el 31 de diciembre próximo, tras descartarse en la Cámara alta la frase “mientras dure la emergencia sanitaria”. En resumen, el proyecto recorre los DNU pandémicos y activa criterios epidemiológicos para tomar medidas ya conocidas en cuanto a circulación, transporte, escuelas, comercios y trabajo presencial-virtual en los lugares clasificados como de “Bajo”, “Medio”, “Alto Riesgo Epidemiológico y Sanitario”, y el de “Alarma Epidemiológica y Sanitaria”, el más grave de todos.
El presidente de la comisión de Acción Social y Salud de la Cámara de Diputados, Pablo Yedlin, aseguró hoy que el proyecto de ley que establece parámetros de restricciones ante la pandemia de coronavirus "no delega superpoderes a nadie" sino que pone "la responsabilidad sobre la vida de los argentinos sobre gobernadores e intendentes". En la apertura del debate en comisiones en la Cámara baja, el diputado del Frente de Todos consideró que la norma "es muy respetuosa de los gobiernos locales" y aseguró que "todas las decisiones las van a tomar los gobernadores y los intendentes y no hay un intento de saltear la autoridad real sino todo lo contrario".
"A pesar de lo que se haya dicho, es un proyecto virtuoso", declaró ante las críticas de la oposición sobre la delegación de facultades, y añadió que la propuesta del Gobierno "busca definir un semáforo epidemiológico de gravedad creciente para que las restricciones tengan una lógica sanitaria". Yedlin sostuvo que la iniciativa "no delega superpoderes a nadie (sino que) pone la responsabilidad sobre la vida de los argentinos sobre gobernadores e intendentes". El legislador explicó que "se usan indicadores sencillos utilizados en todo el mundo como la tasa de incidencia acumulada que es la suma de casos registrados en los últimos 15 días". En ese marco, señaló que la provincia de Córdoba, la ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Tucumán y la provincia de Buenos Aires son, en ese orden, los distritos que tienen indicadores más preocupantes.
En tanto, el vicepresidente de la comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, el radical Gustavo Menna, ratificó hoy el rechazo de la oposición al proyecto de ley . "Este proyecto abre una puerta peligrosa, la penalización de la vida privada, y pretende legalizar dos decretos que fueron declarados inconstitucionales por el fallo de la Corte Suprema", sostuvo el legislador al exponer esta mañana en el plenario de comisiones de Diputados que debate el proyecto oficial. Para Menna, "no se trata de ningún proyecto virtuoso ni le devuelve al Parlamento el rol que le corresponde" sino que "es una ley delegativa" y "un cheque en blanco al Poder Ejecutivo para que bajo la invocación de la protección de la vida quede habilitado a adoptar cualquier tipo de medidas".
🏥| ACCIÓN SOCIAL Y SALUD PÚBLICA#Ahora: Se trata el marco normativo de proyecto de ley destinado a la protección de la Salud Pública a través de la aplicación de medidas sanitarias generales.
— Diputados Argentina (@DiputadosAR) June 10, 2021
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