Este martes se conocerá el veredicto contra los 14 policías de la Ciudad acusados de haber participado del crimen de Lucas González, ocurrido el 17 de noviembre de 2021 en Barracas.
Después de casi cuatro meses y más de 50 testigos que pasaron por el estrado, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25, integrado por los jueces Ana Dieta de Herrero, Daniel Navarro y Marcelo Bartumeu Romero dará a conocer la sentencia. A partir de las 10 de la mañana, tendrán lugar las últimas palabras de los oficiales involucrados en el fatal episodio; luego, tras un cuarto intermedio, se leerán las condenas.
QUIÉNES SON LOS ACUSADOS POR EL CRIMEN DE LUCAS GONZÁLEZ
Los principales imputados son el inspector Gabriel Alejandro Issasi (41), el oficial mayor Fabián Andrés López (47) y el oficial Juan José Nieva (36). Los tres pertenecen a la División Brigadas y Sumarios de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad. Se trata de los tres efectivos que dispararon contra el auto en el que iba Lucas junto a Joaquín Zúñiga, Julián Salas y Niven Huanca.
Por eso mismo, serán juzgados como presuntos coautores de los delitos de “homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por un miembro de una fuerza policial”. Tanto la querella como la fiscalía pidió prisión perpetua para ellos tres; mientras que la defensa solicitó su absolución.
También recibirán su pena Daniel Alberto Santana, Rodolfo Alejandro Ozán; Fabián Alberto Du Santos; Ramón Jesús Chocobar; Juan Horacio Romero; Roberto Orlando Inca; Héctor Claudio Cuevas; Sebastián Jorge Baidón, Jonathan Alexis Martínez, Ángel Darío Arévalos y Daniel Rubén Espinosa.
Son juzgados por ser responsables de los delitos de “falsedad ideológica, privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley, encubrimiento agravado por la condición de funcionarios públicos y por ser el delito precedente especialmente grave e imposición de torturas”. En su caso, el letrado del particular damnificado y el fiscal a cargo pidieron penas menores de acuerdo a la participación en el hecho; los representantes de los policías, que sean absueltos.
CÓMO AVANZÓ EL JUICIO POR EL CRIMEN DE LUCAS GONZÁLEZ
El 16 de marzo comenzó el debate y tuvo como protagonistas a Isassi, López y Nieva, quienes aseguraron -con las mismas palabras- haber actuado “en legítima defensa” y “en cumplimientos del deber”. Esa primera audiencia duró cerca de 12 horas y no todos declararon, ya que varios se negaron a hacerlo.
La segunda jornada, también larguísima, le tocó el turno de declarar a los papás de Lucas, a los tres futbolistas que sobrevivieron y a sus padres.
Luego comenzaron a pasar por el estrado más de 50 testigos. Entre ellos, otros policías, autoridades, médicos que atendieron a los jóvenes y vecinos que estuvieron presentes aquel trágico día.
Durante el juicio se conocieron las modulaciones con las que los oficiales anunciaban el supuesto “enfrentamiento armado” con los chicos y los chats que se extrajeron de los diferentes celulares. “Lo que hicieron los polis no tiene nombre”, “encima le ponen una pistola de juguete”, “yo fui el primero en llegar y vi todo lo que hicieron”, esos fueron algunos de los mensajes que enviaron los involucrados.
Incluso, gracias al informe realizado por el personal de la Dirección General de Investigaciones de Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (Datip), se difundió una conversación ocurrida a pocos minutos del crimen entre el comisario Rodolfo Ozán y Fabián Du Santos: el primero expresó que los oficiales de la brigada se habían mandado un “re mocazo” y que le había dicho al subcomisario Roberto Inca que “vaya y busquen lo que tenga que buscar para justificar esto”.
Además, detalló que “el tiro está de atrás hacia adelante y le voló el frasco”, en relación a cómo había sido el ataque a Lucas. “Por qué no llamas al perro y le decís que venga a emprolijar esta cagada”, cerró la charla Ozán.
Mientras avanzaba el debate, la auxiliar superior de la Policía Federal Argentina (PFA) aseguró frente al tribunal que Isassi, López y Nieva inicialmente reconocieron haber disparado contra el auto en el que viajaba la víctima junto a sus amigos y sostuvo que la confesión sucedió luego de que entregaran sus armas reglamentarias para que fueran sometidas a peritajes.
Asimismo, la agente que se desempeña en la División Balística confirmó que las pistolas reglamentarias de los imputados estaban cargadas: “Tenían todas balas en las recámaras”. Además, Riquelme detalló dónde y de qué forma impactaron los disparos en el Volskwagen Suran: “El vehículo tenía una rotura en el parabrisas del lado del acompañante y en el ventilete de la ventanilla trasera del lado derecho. El tiro del parabrisas es de adelante hacia atrás, y el de la ventanilla de atrás hacia adelante. El tercer impacto es de un rebote en el guardabarros trasero, que es de atrás hacia adelante”.
En esa misma audiencia subió al estrado el alférez de Gendarmería Nacional, Alejandro Báez, que estuvo a cargo de la búsqueda de residuos de disparos en el cuerpo y ropa de los policías acusados.
Fue el quien afirmó que las muestras relacionadas al barrido de pólvora tomadas a los tres imputados más complicados en el juicio dieron positivas. En tanto, el resultado dio negativo a las pruebas realizadas a Huanca, Salas y Zúñiga, los compañeros de Barracas Central de Lucas. En ese sentido, ratifica la hipótesis de que no hubo un enfrentamiento entre la policía y los jóvenes.
Llegando a la etapa de alegatos, el principal Héctor Claudio Cuevas pidió la palabra. Su testimonio fue fundamental en la causa, ya que rompió el pacto implícito que había entre los agentes y contó lo que vio aquella mañana.
En sus declaraciones, incluyó en la escena del crimen al oficial Facundo Matías Torres y confesó haber presenciado el momento en que el agente, apodado “Cachorro”, llevó hasta al lugar a Isassi, quien plantó el arma en el auto de los jóvenes. Días más tarde, la Justicia ordenó la detención de Torres.
Además, se inició una investigación contra el jefe de la Policía de la Ciudad, Gabriel Berard, al considerar, tras el testimonio de Cuevas y de dos de los abogados defensores en sus alegatos, que la máxima autoridad policial porteña estaba al tanto de lo ocurrido durante la jornada donde fue asesinado Lucas.
CÓMO FUE EL CRIMEN DE LUCAS GONZÁLEZ
El 17 de noviembre de 2021, Lucas y tres amigos salieron de entrenar en el club Barracas Central. Los jóvenes iban en un Volkswagen Suran, que pertenecía al padre de uno de ellos, cuando fueron interceptados por tres oficiales de la Brigada de Investigaciones de la Policía de la Ciudad, que se encontraban en un auto Nissan Tiida y no estaban uniformados.
A partir de las investigaciones sobre el caso, se supo que los adolescentes creyeron que los oficiales eran ladrones y por eso al verlos intentaron huir rápidamente del lugar. En ese mismo instante, los policías comenzaron a dispararles porque creían que “estaban armados”. Una de esas balas impactó en la cabeza de Lucas, quien falleció un día después.