Jimena Aduriz, madre de Ángeles Rawson, la adolescente de 16 años asesinada en 2013 por el portero del edificio en el que vivía en el barrio porteño de Palermo, publicó en las redes sociales una carta dirigida a los padres de Fernando Báez Sosa, en la que les pide que “tengan fortaleza” durante el juicio oral que se desarrolla en los tribunales de Dolores, ya que es “una de las situaciones más crueles que puede vivir un ser humano”.
“El juicio por el asesinato de un hijo es volver a vivir pero con más horror los momentos más crudos de esos instantes que nos cambiaron la vida. Es enfrentar al asesino, conocer detalles escalofriantes, ver videos de la muerte o de los instantes previos, escuchar a la defensa que en su estrategia intenta derribar la verdad, y todo eso manteniendo la templanza y en silencio”, comienza Aduriz, quien atravesó un proceso similar. El 15 de julio de 2017, tres años después del crimen, se condenó a prisión perpetua a Jorge Mangeri como el responsable del femicidio de su hija.
Aduriz siguió: “Es una de las situaciones más revictimizantes, sino la más cruel que puede vivir un ser humano y aunque se logre justicia, los hijos no vuelven. Sólo le ruego a Dios que en este penar, Graciela y Silvino tengan la fortaleza para transitarla. Como tantos otros padres. Y como tantos otros que ni siquiera llegan a esta instancia o llegan y no tienen Justicia”.
Mientras tanto, el juicio en los tribunales de Dolores continúa. El primer testigo en la cuarta audiencia del proceso fue Tomás Bidonde, que presenció el ataque. Al comenzar su testimonio, se quebró en llanto y apuntó fuertemente contra Máximo Thomsen.
Tomás estuvo presente la noche del 18 de enero en Le Brique con un amigo. Manifestó que en el boliche “hacía mucho calor”, que “había mucha gente y poco oxígeno” y que por eso decidió retirarse. También sostuvo que presenció la pelea dentro de la pista e hizo referencia a “un chico que tenía mucha fuerza que tuvieron que sacar entre dos o tres guardias de seguridad”. Al salir del local bailable, el testigo presenció la golpiza. “A Fernando le pegaban entre cuatro. Un chico se quiso meter y le pegaron una piña”, dijo.
Al ser consultado sobre quiénes golpearon a Fernando, complicó a Máximo Thomsen. “Le estaba pegando al chico que después falleció y recuerdo que hacia el final le pegó dos patadas en la cabeza. Desde donde yo lo veía eran como puntinazos. Después lo agarró de la cabeza y le comenzó a dar dos o tres patadas”.
Luego, incluyó a Ciro Pertossi en el relato. En la rueda de reconocimiento en 2020, Bidonde reconoció a Ciro como uno de los que golpearon a Fernando en el costado izquierdo del torso cuando ya estaba en el piso. Desde que comenzó el juicio, es la primera vez que uno de los testigos nombra a Ciro como uno de los agresores. También reconoció a Lucas Pertossi como otro de los golpeadores de Fernando. Aseguró que Matías Benicelli y Ayrton Viollaz atacaron a uno de los amigos de Báez Sosa para evitar que lo salven.
Tras la declaración de Bidonde fue el turno de Tatiana Caro, otra testigo del hecho, que estaba en un bar ubicado junto a Le Brique durante el crimen.
“Yo me encontraba en Beerland, el restaurante que estaba al lado de Le Brique, me acerqué a saludar a uno de los patovicas, Chiqui Muñoz. En ese momento, interceptó cuando sacaban a ambos grupos”, declaró. Ella, al igual que manifestaron los patovicas y a lo que se vio en los videos, dijo que a Fernando y a los amigos los sacaron por la puerta principal y a los acusados por la de servicio.
En su relato, refirió que pudo ver cómo “le pegaban a Fernando por atrás y atacaban a los amigos, que fueron los que intentaron defenderlo”. Consultada sobre si recuerda quién le pega por detrás, Tatiana Caro aseguró que era “robusto”.
Luego, indicó que ese ataque a traición fue cometido por Lucas Pertossi. Aseguró que uno de los imputados dijo: “Quedate tranquilo que a este negro de mierda me lo voy a llevar de trofeo”. Indicó el apellido “Pertossi” de vuelta, pero sin puntualizar cuál de los tres.