Operación antiterrorista en varios puntos del país. La Policía Nacional ha detenido en las localidades de Huétor-Tajar (Granada), Cubelles (Barcelona) y Madrid a cuatro personas acusadas de adoctrinamiento yihadista y proselitismo, según ha informado la Policía Nacional. Los arrestados han pasado este viernes a disposición del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, que ha decretado prisión provisional para tres de ellos.
Los investigadores de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional han constatado que los detenidos, enlazados a través de grupos cerrados de redes sociales, habían sufrido un proceso de radicalización. Están acusados de los delitos de autoadoctrinamiento con propósito terrorista, adoctrinamiento a terceros y enaltecimiento del terrorismo.
La Policía ha desarrollado este operativo tras el refuerzo del Ministerio del Interior del nivel 4 de alerta antiterrorista por los acontecimientos relacionados con el conflicto entre el grupo terrorista Hamás y el Estado de Israel, además del atentado yihadista que dejó dos víctimas mortales en Bruselas (Bélgica).
En la operación han participado la Comisaría General de Información y las Brigadas Provinciales de Información de Granada, Barcelona y Madrid. Ha sido coordinada por la Fiscalía de la Audiencia Nacional y dirigida por el Juzgado Central de Instrucción número 5 y, a nivel internacional, ha contado con el apoyo de Europol.
“Derramar sangre para recuperar Al Ándalus y restaurar el Califato”
La investigación se inició en el año 2022, cuando los expertos en la lucha contra el terrorismo detectaron al denominado ‘Califa’, creador y administrador de varios grupos en los que trataba de adoctrinar a jóvenes en el credo yihadista. El ‘Califa’ dinamizaba a sus seguidores y creaba grupos privados a los que invitaba a los radicales con los que entablaba mayor confianza y en los que hablaban abiertamente de la causa terrorista.
El seguimiento de estos grupos permitió la identificación de otros miembros del mismo, todos ellos jóvenes. Estaban interconectados entre sí, aunque no se conocían físicamente. Dos de ellos estrecharon sus lazos y acabaron contrayendo matrimonio, para lo que contaron con la autorización del líder del grupo y comenzaron a convivir en el mismo domicilio.
Esta nueva relación supuso un punto de inflexión en la investigación, subraya la Policía, ya que se detectó cómo ambos aumentaban exponencialmente su nivel de radicalización. Grababan vídeos en los que llamaban a “derramar sangre para recuperar Al Ándalus y restaurar el Califato”.
Los cuatro detenidos han pasado a disposición del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, cuyo titular, Santiago Pedraz, ha decretado el ingreso en prisión provisional de tres de ellos.