Vicky Xipolitakis es una de las famosas que pasó por el quirófano de Aníbal Lotocki. Confió en él en 2014 y jamás se imaginó que la traicionaría, ya que cuando se despertó de la operación se encontró con algo no había solicitado. “Yo no quise denunciar porque no quería que se supiera. Te hace lo que quiere y te pone lo que él quiere”, expresó en Cortá por Lozano (Telefe).
Tras la muerte de Silvina Luna, la griega reconoció que también padece severos dolores en los glúteos debido al material que le inyectó el médico. El malestar se desencadenó inmediatamente después de la cirugía, pero tras la muerte de Silvina Luna entró en pánico, ya que la modelo casi no podía sentarse porque decía que tenía durezas que se lo impedían.
“Los síntomas están desde siempre porque eso se solidifica. ¿Vieron cuando entrenan que salen del gimnasio y te duele todo? Es porque el músculo se está solidificando. Esto solidifica desde el primer momento y aprendés a convivir con los dolores. A veces cuesta sentarse, pararse, caminar, hacer ejercicio”, describió apenada.
Vicky Xipolitakis se puso a disposición de Fernando Burlando
La mediática contó que nunca denunció penalmente a Aníbal Lotocki, pero que lo haría si su testimonio ayuda a que vaya a la cárcel. “Le dije a Fernando Burlando que si me necesita estoy a disposición de la Justicia. Preferiría que no se sepa, pero si de verdad me necesitan y ayudaría a otras víctimas, pueden contar conmigo”, sostuvo.
Por último, dijo sentir miedo por lo que pueda pasarle, ya que tiene un hijo de 4 años. “Esto es muy peligroso, es veneno. No se puede sacar porque va al músculo. No sabés por dónde puede explotar. Dicen que puede ir a cualquier lado. Lotocki abusó de mi cuerpo. Fui por una cosa y cuando me desperté tenía otra. Yo vi que preparaba una bolsita transparente con un polvo blanco, como si fuera cal. Eso lo mezclaba rápido con un aceite, que es silicona líquida, y se hacía como una leche. Eso lo llenaba en una jeringa, te cortaba y te lo ponía”.