El jefe de Gabinete, Juan Manzur, adelantó en conferencia de prensa que el ministro de Economía, Martín Guzmán, trabaja en una serie de “acciones” para reaccionar a la suba del dólar libre de los últimos días en medio de la corrida contra la deuda en pesos y los agitados mercados globales.
“El ministro está trabajando bajo la indicación del presidente en determinadas acciones que se van a tomar que seguramente en los próximos días él las va a formalizar ante la prensa”, dijo el funcionario ante una consulta de la prensa.
“Lo que vemos es que vamos a priorizar el crecimiento, vamos a priorizar el trabajo, la inclusión, el desarrollo, en el marco de un país muy federal”, agregó sin dar más detalles.
Según pudo saber Infobae, las medidas no apuntan a un endurecimiento de las trabas para la compra de dólares. Tampoco las de dólar tarjeta y turista. Pasarán por controlar mejor importaciones, por las que se van muchas divisas, y otras tantas que se cursan por compras especulativas e innecesarias al exterior.
Foco sobre las importaciones
Entre enero y abril, de acuerdo a datos oficiales, el Estado importó por casi 25.000 millones de dólares, a razón de 6.200 millones por mes y en mayo, con estimaciones preliminares ya que el número oficial se conocerá la semana que viene, las compras al exterior habrían superado los USD 7.500 millones, lo que implicaría la cifra más alta mensual en lo que va del año. Una parte de ese total está explicado por la importación de energía con precios mucho más altos de lo previsto por el salto de valores internacionales por la guerra en Ucrania.
La mirada oficial, según fuentes oficiales, está puesta en esos números. La salida de Matías Kulfas del Ministerio de Desarrollo Productivo, mientras tanto, genera la oportunidad de un cambio de rumbo en ese sentido. En el reparto de culpas y responsabilidades por los malos resultados que obtiene en el mercado cambiario y ante la ausencia de compras de reservas por parte del Banco Central.
Así, la llegada del ex embajador de Brasil, Daniel Scioli, para ocupar el sillón dejado vacante tras la renuncia de Kulfas puede ser el giro en materia de controles de importaciones. Según fuentes del Gobierno, el ex embajador se había mostrado preocupado por la balanza comercial deficitaria que sostiene la Argentina con Brasil y en su gestión va a apretar más las clavijas sobre esas variables.
El Ministerio de Desarrollo Productivo es el encargado de otorgar las autorizaciones de importaciones. Kulfas reguló con recelo ese rubro, pero siempre con la prioridad de mantener la actividad económica al mejor nivel posible. Algo que le supo valer reproches ante la otra prioridad oficial, que es la de intentar cuidar al máximo los dólares disponibles para evitar sobresaltos en el frente cambiario.
Las cifras mensuales de importaciones preocupan a una parte del equipo económico del Gobierno, que asegura que el ritmo de compras de bienes, insumos y energía perjudica uno de los objetivos que el Poder Ejecutivo se trazó en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional: la acumulación de reservas en el Banco Central. Algunos funcionarios ya plantean en reuniones internas del gabinete que deberían reajustarse algunos filtros para hacer una suerte de “sintonía fina” de dólares que consume la producción.