La compañía aseguró que se encuentra en estudio la apertura de nuevas tiendas en Estados Unidos y redobla la apuesta contra las perspectivas del mercado que tienden a un mayor uso de Internet para la compra y venta de productos.
Hasta ahora, la compañía ha apostado por el comercio físico con tiendas que destacan más por sus tecnologías más que por sus productos. Amazon ya abrió sus supermercados físicos e "inteligentes", como el caso de Amazon Go y Amazon 4 star, un negocio para vender los bienes y servicios con mejores reseñas y más valuados de su web. También adquirió otras firmas líderes en el sector, como por ejemplo, la cadena de supermercados Whole Foods Market, en 2017.
En Amazon Go, donde los clientes pueden adquirir alimentos y salir sin pasar por caja, dado a que los carritos de compra y los cientos de sensores ubicados por el local son capaces de escanear el producto, mientras que el pago se realiza a través de la cuenta de Amazon. Muchas de las tiendas físicas, además, cuentan con un sistema de pago más avanzado que consiste en una lectura de la palma de la mano. Son por lo tanto, un escaparate a los avanzados sistemas de Amazon y están lejos de competir contra los clásicos supermercados.
Según el diario The Wall Street Journal, las nuevas tiendas de Amazon serían similares a los grandes almacenes, aunque con una superficie más pequeña, de unos 900 metros cuadrados. Se prevé que los locales físicos de Amazon vendan todo tipo de artículos, desde ropa, productos para el hogar, libros o hasta dispositivos tecnológicos. Estos comercios también podrían utilizarse como puntos de entrega y recogida de pedidos.
La mayor parte de las ganancias de Amazon provienen de la venta online. Los ingresos de las tiendas físicas, sin embargo, han aumentado un 11% respecto al 2020. Teniendo en cuenta que los nuevos almacenes abarcarían más productos que las actuales tiendas ubicadas en las diferentes ciudades de Estados Unidos, la estrategia de Amazon podría funcionar. También se suma la posibilidad de capturar a aquellos clientes más reacios a comprar a través de internet y dará la oportunidad de poder ver en persona, probar o tocar, los productos de las tiendas antes de ser adquiridos. Muchos comerciantes pequeños ya empezaron a pegar el grito en el cielo.