El presidente Mauricio Macri recibió ayer a Luis Chocobar, efectivo de la Policía Local de Avellaneda, quien baleó y mató a Pablo Kukoc, el delincuente que apuñaló a un turista estadounidense en el barrio porteño de La Boca. El efectivo fue procesado y embargado por 400.000 pesos por la Justicia.
El mandatario posteó una foto en las redes Facebook y Twitter en la que expresó su apoyo para el agente: "Hace unos meses Luis Oscar Chocobar defendió a un turista estadounidense que había sido brutalmente apuñalado en un intento de robo. La noticia de la gratitud del turista con él conmovió a miles de argentinos, pero nos enteramos que Luis será embargado por $400 mil pesos mientras se resuelve la causa por la muerte de uno de los ladrones. Lo recibí en la Casa Rosada. Quería ofrecerle todo mi apoyo, decirle que lo acompañamos y que confiamos en que la Justicia en otra instancia lo liberará de todo cargo, reconociendo su valentía".
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendió el respaldo oficial al efectivo, al señalar que "cuando un policía hace las cosas bien" se lo debe "proteger" y no que "termine procesado", al tiempo que destacó la importancia de "cuidar a los que nos cuidan" porque, si no, "lo que termina pasando es que hay corrupción y parálisis policial".
Sin embargo, el expediente judicial es muy claro respecto a que no hubo legítima defensa. El juez de Menores Enrique Velázquez, según documentación a la que accedió Tiempo Argentino, consideró que Chocobar repelió una “agresión ilegítima, utilizando un medio racional, de una manera irracional y desproporcionada”. Las cámaras de seguridad mostraron que el delincuente Kukoc quería huir y a diferencia de lo que declaró el policía en su indagatoria, en ningún momento intentó volver sobre sus pasos para atacarlo.
En otro párrafo extraído de la resolución del magistrado, se explica que “la agresión a la que era pasible (el policía Luis Chocobar) no era inminente, ya que de las imágenes captadas por el domo instalado en la esquina de Irala y Suárez se observa que al momento de recibir los disparos (Pablo Kukoc, el asaltante que terminó muerto) corría por esa última arteria, sin darse vuelta en ningún momento y se encontraba a varios metros de distancia del oficial”.