El Gobierno defendió el accionar de la Prefectura tras el operativo represivo contra la comunidad mapuche en Villa Mascari, en la provincia de Río Negro, donde participó -además de Prefectura-, la Gendarmería y la Policía Fedeal, y que terminó el sábado con la muerte del joven Rafael Nahuel. Además el Ejecutivo cuestionó al juez Gustavo Villanueva, a cargo de la investigación.
Durante una conferencia de prensa en la Casa Rosada, los ministros de Seguridad, Patricia Bullrich, y de Justicia, Germán Garavano, advirtieron que el Estado está "totalmente abierto al diálogo con grupos pacíficos que tengan una protesta o reivindicación" pero "que quieran resolver el problema en el marco de la ley". Subrayaron que el Gobierno no dialogará "con grupos violentos que violan la ley".
"Llevamos adelante una acción legal, legítima, totalmente enmarcada en la ley frente una acción ilegal, violenta e inaceptable para la democracia de un pueblo que quiere vivir en paz", afirmó Bullrich, quien le trasmitió su pésame a la familia de la víctima.
"Queremos conceptualizar lo que está sucediendo en nuestro país y caracterizar una situación que hace varios años que sucede, pero que no había sido tomada en cuenta de alguna manera. En el sur de nuestro país han ocurrido más de 70 atentados en el último tiempo", indicó.
"Estamos frente a grupos violentos que han escalado esta situación. Grupos que no respetan la ley y no reconocen a la Argentina, el Estado, la Constitución, los símbolos y se consideran como un poder fáctico, que pueden resolver con una ley distinta a la de todos los argentinos", resaló la funcionaria.
Y añadió: "La versión de la Prefectura Naval Argentina es de carácter de verdad para nosotros. La Prefectura fue a enfrentarse con un grupo violento". Por su lado, la vicepresidenta Gabriela Michetti justificó la represión del Grupo Albatros en la comunidad mapuche, y sostuvo que los uniformados merecen siempre "el beneficio de la duda" ya que usan la fuerza "para cuidarnos a todos".
Mientras que el Gobierno Nacional habla de enfrentamiento para dar cuenta de los sucesos en que resultó muerto el joven mapuche, la APDH y miembros de la comunidad Lafken Wuinkuñ Mapu, aseguran que no estaban armados, que respondieron con piedras y que los prefectos “los corrieron a tiros”.
Los integrantes de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH) que este domingo visitaron el lugar aseguran que “sólo hubo disparos” por parte de los uniformados. “Los corrieron a tiros”, sintetizó Rubén Marigo, miembro de la APDH barilochense.
Según las propias versiones oficiales, a Rafael Nahuel lo habrían matado por la espalda. La bala de plomo ingresó por su glúteo, recorrió su cuerpo y afectó la zona del abdomen. Esto implica que le tiraron de atrás y de abajo hacia arriba, cuando el joven presumiblemente escapaba de la balacera subiendo la montaña.