El Gobierno dio un paso más en la apertura del fútbol al ingreso de capitales privados, al autorizar la transformación de los clubes en sociedades anónimas y permitir el ingreso de asociaciones civiles y fundaciones como accionistas. Como anticipó Infobae, la Inspección General de Justicia emitió hoy una resolución que estableció una serie de desregulaciones y flexibilizaciones de trámites, entre las cuales precisó los alcances de dos artículos del decreto 70 que habilitó las Sociedades Anónimas Deportivas.
“Que, atento a lo dispuesto en los artículos 346 y 347 del Decreto de Necesidad y Urgencia Nº 70/2023 (…) debe aceptarse la participación de las asociaciones civiles y fundaciones como accionistas en sociedades anónimas y la transformación de las asociaciones civiles en sociedades anónimas; así como simplificarse la inscripción de entidades de bien común constituidas en el extranjero para el desarrollo de su actividad en la República Argentina”, estableció la normativa.
Ambos artículos de DNU 70, firmado en el inicio del gobierno de Javier Milei para iniciar la apertura de la economía, establecieron la autorización para que los clubes, de manera voluntaria, puedan recibir aportes de capitales privados y el ingreso de empresas al gerenciamiento de las entidades del fútbol.
Los artículos mencionados establecen que “las sociedades anónimas y en comandita por acciones solo pueden formar parte de sociedades por acciones y de responsabilidad limitada; las asociaciones y entidades sin fines de lucro sólo pueden formar parte de sociedades anónimas; podrán ser parte de cualquier contrato asociativo”, como así también que “cuando se tratare de sociedades comerciales, acuerdo unánime de los socios, salvo pacto en contrario a lo dispuesto para algunos tipos societarios. Cuando se tratare de asociación civil que se transformare en sociedad comercial o resolviera ser socia de sociedades anónimas, voto de los dos tercios de los asociados”.
Son dos ítems que modificaron la Ley General de Sociedades, con el objetivo de definir de manera específica que cualquier modificación del funcionamiento o composición de la entidad será de manera voluntaria de los socios.
La semana pasada, el propio Milei puso el tema en agenda: “Pregunta técnica: si AFA se opone a las Sociedades Anónimas Deportivas, ¿por qué motivo permite que el plantel titular provenga de estas sociedades? ¿Acaso será que los resultados son importantes y las SADs tienen a los mejores? No más socialismo pobrista en el fútbol. VLLC”, publicó el jefe de Estado, con un gráfico que repasaba los nombres de cada jugador del Seleccionado y el escudo de su club.
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA), con Claudio Tapia a la cabeza, mantiene una posición crítica al avance de las Sociedades Anónimas Deportivas. No sólo rechazó de manera pública el gerenciamiento empresario de los clubes, sino que emitió declaraciones formales votadas por asamblea y respaldó recursos judiciales para bloquear su puesta en vigencia. Más allá de esa posición adversa, un sector minoritario apoya un esquema de privatización parcial: lo promueve el presidente de Estudiantes, Sebastián “Bruja” Verón. Otro actor decisivo y que tiene su propio modelo de apertura al sector privado es Mauricio Macri.
El gobierno de Milei sostiene este modelo de apertura por dos razones, una general o macroeconómica y otra más sectorial, vinculada al mundo del fútbol concreto. En el primer caso, el Presidente explicó que con la apertura del fútbol al capital privado podría generarse una rápida inversión del orden de los USD 3.000 a USD 4.000 millones, en momentos de dólares escasos. La segunda razón apunta a que el escenario actual es clubes pobres como dirigentes ricos, ventas prematuras de jugadores que son llevados no sólo a grandes clubes de Europa, sino también a Estados Unidos o, incluso, Brasil.