Esta semana abrirá la inscripción para que se vacunen chicos de 12 años en la Provincia de Buenos Aires. Así se lo confirmaron fuentes de la cartera sanitaria bonaerense a Infobae. La semana pasada, el Gobernador bonaerense anunció que se podían empezar a inscribir los menores de entre 13 a 17 años con comorbilidades. “Hasta ahora hay 400 mil inscritos de los cuales 80 mil son con comorbilidades”, explicaron a este medio.
Tras la aprobación de la vacuna Moderna contra el COVID-19, de parte ANMAT, ahora se amplió el rango etario a los chicos y chicas de 12 años, que podrán anotarse a partir del martes 27 de julio, según indican a este medio.
De acuerdo a lo informado por el Ministerio de Salud de la Nación, la población de 12 a 17 años es de aproximadamente 4,25 millones de adolescentes y se estima que, entre el 20 y el 25 por ciento, puede tener comorbilidades. Se calcula una población objetivo inicial de 900.000 adolescentes, siendo necesarias 1,8 millones de dosis para asegurar el esquema completo.
Como sucedió con el resto de las inoculaciones en otras franjas etarias, se dará prioridad a los que tengan comorbilidades. En el caso de los niños de 12 años (y a diferencia de los de 13 a 17), al momento de la inscripción, los padres tendrán que completar una declaración jurada, que podrán descargar del sitio web www.vacunatepba.gba.gob.ar, y luego llevar firmada el día de la vacunación.
De acuerdo a lo que pudo averiguar este medio, los menores de entre 12 y 18 con comorbilidades en la provincia son cerca de 110 mil. “Se calcula que, en dos días como máximo, ya estarían todos vacunados”, confiaron a Infobae.
“La vacuna Moderna tiene ensayos clínicos eficientes y es muy similar a la de Pfizer, tiene la misma plataforma. Por eso se reservan para aplicarlas prioritariamente a los menores de edad con comorbilidades. Si contamos obesidad, cardiopatía, diabetes, enfermedad neurológica, ese grupo llega a casi 900.000 en todo el país″, indicó Ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, hace unos días, en declaraciones a Radio 10.
La vacuna de la compañía Moderna contra COVID-19 funciona a través de tecnología del ARN mensajero al igual que la de Pfizer/BioNTech. Los ensayos clínicos en ambas candidatas mostraron su gran eficacia.
La pandemia se convirtió en una oportunidad para probar una nueva tecnología que se viene desarrollando desde hace 30 años. Se trata de una tecnología genética que durante mucho tiempo ha sido muy prometedora, pero que hasta ahora se había topado con obstáculos biológicos. Se llama ARN mensajero sintético, una variación ingeniosa de la sustancia natural que dirige la producción de proteínas en las células de todo el cuerpo. Este componente se fabrica en laboratorio.
Mediante la vacuna, se inserta en el cuerpo y toma el control de esta maquinaria para fabricar proteínas o antígenos específicos del coronavirus: sus “espículas” o espigas, esas puntas tan características que están en su superficie y le permiten adherirse a las células humanas para penetrarlas.
Estas proteínas, inofensivas en sí mismas, serán liberadas por nuestras células tras recibir las instrucciones de la vacuna, y el sistema inmunológico en respuesta producirá anticuerpos. Estos anticuerpos permanecerán de guardia durante mucho tiempo con la facultad de reconocer y neutralizar el coronavirus en caso de que nos infecte.
Los ensayos en Fase III de esta vacuna mostraron una gran eficacia. La vacuna contra el COVID-19 de Moderna, que recientemente demostró tener una eficacia del 94%, hace que el sistema inmunológico humano produzca anticuerpos potentes que perduran varios meses, mostró un estudio.
Investigadores del estadounidense Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), que co-desarrolló el fármaco, estudiaron la respuesta inmunitaria de 34 participantes adultos, jóvenes y mayores, desde la primera etapa del ensayo clínico.
Además, la vacuna Moderna fue 100% efectiva contra la variante Alfa del coronavirus, que había sido detectada en septiembre del año pasado en el Reino Unido. También se descubrió que esa vacuna es 96% efectiva contra la variante Beta a los 14 días de la aplicación de la segunda dosis, según un estudio de personas vacunadas residentes en Qatar. El estudio fue publicado este viernes 9 de julio en la revista especializada Nature Medicine.
La única desventaja es que esta vacuna, envuelta en una cápsula protectora de lípido, debe almacenarse a muy baja temperatura porque el ARN es frágil. La vacuna de Moderna se almacena a -20 °C, lo que requerirá el mantenimiento de la cadena de frío desde la fábrica hasta los centros vacunatorios.