Seis tragos clásicos del cine y la televisión para recrear en casa
La elección de los cócteles en las ficciones no es un hecho casual. Repaso por los más icónicos y cómo para prepararlos.
Con pocos ingredientes se pueden recrear en casa esos tragos que los personajes que nos acompañan desde la ficción están degustando. Secos, fuertes o más dulces, un recorrido por algunos de ellos, en un caprichoso listado en el que seguro muchos quedaron afuera.
Old Fashioned - Mad Men
La bebida acompaña al personaje a lo largo de las siete temporadas de la serie. Y hay un momento clave, en el tercer capítulo de la tercera temporada, donde tras preguntarle al camarero del salón si le puede servir un Old Fashioned, y éste asegurarle que no tiene bourbon, da un salto para quedar del otro lado del mostrador y comienza él a buscar las bebidas. Luego de encontrar un whisky, comienza a preparar dos tragos, para poder darle uno al camarero. Ahí deja bien en claro la forma en que mezcla los ingredientes, mientras ambos se presentan. Comienza con un terrón de azúcar en el fondo de un vaso corto, embebido con cuatro golpes de bitter Angostura y una cereza. A su vez, en un vaso de composición al que llena con hielo, pone 80 ml de whisky y la mitad de agua con gas. para que se vaya enfriando. Comienza a machacar el terrón con el bitter que se encontraban en el vaso corto, para luego llenar con la mezcla del vaso de composición. Decorar con la piel de la naranja y disfrutar.
Vesper - James Bond (Casino Royale)
Estamos en 1953. James Bond mira al camarero y la charla es, textualmente, así:
- Un dry martini. Uno. En copa de champagne.
- Oui, monsieur.
- Un momento. tres medidas de Gordon’s, una de vodka, media medida de Kina Lillet. Agítelo bien hasta que esté helado; entonces añada una peladura de limón. ¿Lo anotó?
Así, en su primera novela, Casino Royale, Bond deja bien en claro qué trago prefiere, incluso la forma en que debe ser preparado. “Nunca tomo más de una copa antes de cenar. Pero la que me tomo me gusta que sea larga, potente y bien hecha. No me gustan las copas pequeñas y que, además, están mal hechas. Esta es de mi propia invención y estoy pensando en darle nombre y patentarla”, aseguró a sus interlocutores. El nombre, Vesper, deviene de Vesper Lynd, el personaje femenino principal de la novela de Ian Fleming, al que un amigo le presentó ese cocktail sin nombre y decidió utilizarlo. De hecho, es la única oportunidad en que pide ese trago a lo largo de su historia, ya que las siguientes termina siempre consumiendo Dry Martini y Vodka Martini.
White russian - The Big Lebowsky
El Ruso Blanco tiene un padre que nació en 1949, el Black Russian, que vio la luz en el hotel Metropole, en Bruselas, lugar donde se encontraba alojada Perle Mesta, embajadora de los Estados Unido. La mujer llegó a alcanzar mucha influencia y era muy conocida como anfitriona de grandes fiestas a las que acudían políticos y personalidades destacadas. El barman del lugar quiso agasajar a la mujer y presentó una preparación que contenía vodka (lógico, la bebida del país) y licor de café, que estaba de moda en ese momento. El trago fue llamado Black Russian y luego se convirtió en popular. Ya a mediados de los ’60, una reversión que contenía la misma cantidad de licor que de crema pasó a denominarse “White Russian” y se volvió tan popular como su antecesor. Pero esta histórica preparación tuvo en 1998 un renacer gracias a The Big Lebowski, la película de los hermanos Coen protagonizada por Jeff Bridges en el papel de “The Dude”, quien a lo largo de la cinta se prepara casi una decena de éstos. Por cierto, en algunos ámbitos se habló de “la segunda juventud” del trago por el hecho de masificarlo. Fácil de preparar y sólo tres ingredientes ayudaron a que pueda prepararse en el hogar sin problemas. Tan simple como llenar de hielo un vaso old fashioned, poner 40ml de vodka, 20ml de licor de café y llenar con crema líquida (o batida, o leche, o incluso, como en alguna escena de la película, con leche en polvo), apenas revolver para integrar las bebidas y disfrutarlo.
Cosmopolitan - Sex and the City
Un trago moderno que rápidamente se convirtió en un clásico, primero de la mano de estrellas como Madonna, y luego popularizado en la serie gracias a ser el preferido de Carrie Bradshaw, el personaje interpretado por Sarah Jessica Parker. Agregado al listado de la International Bartenders Association en la categoría de “Clásicos contemporáneos”, varios barmanes son los que experimentaron desde un comienzo con la receta aunque ninguno se atribuyó su creación, y fue recién en 1996 cuando se agregó a la carta del Rainbow room, luego de que Madonna fuera vista consumiendo uno. Llevar a una coctelera 40 ml de vodka, 15 ml de Cointreau, 15 ml de jugo de lima y 30 ml de jugo de arándanos. Agitar bien y servir en copa de cocktail, acompañado con un twist de limón.
Manhattan - Una Eva y dos Adanes
1874. New York City’s Manhattan Club. Jenny Jerome, una mujer de la alta sociedad, preside un banquete en honor al nombramiento del gobernador del Estado de Nueva York y pide al barman que elaborara un trago especial para la ocasión que mezcle vermú amargo y bourbon. Así fue como este hombre comenzó a agitar la mezcla. La rapidez con que el trago se masificó fue tal que en todos los locales de moda era usual pedir “el cóctel de Manhattan”, en alusión al club donde se lo vio nacer. Jenny Jerome se casó con un ciudadano británico y luego de trasladó a Londres. Tuvieron dos hijos. Uno se llamó Winston Churchill, pero eso es otra historia. En 1959, en medio de una improvisada fiesta en un tren rumbo a Florida, Marilyn Monroe, en el papel de Sugar Cane, lo prepara en una bolsa de agua caliente. Pero para prepararlo en casa no es necesaria la bolsa, claro. En una coctelera con varios hielos, mezclar dos partes de whisky, una de vermú seco y unos golpes de Angostura. Volcar la bebida a una copa de cocktail y decorar con una cereza.
French 75 - Casablanca
Raoul Lufbery, famoso piloto franco-estadounidense perteneciente a la Escuadrilla Lafayette durante la Primera Guerra Mundial, era conocido también por ser un gran bebedor de champagne; sin embargo, pasadas las misiones de combate necesitaba algo más potente, por lo que en un momento decidió añadirle coñac, ingrediente fácil de conseguir en Francia. La preparación resultaba tan fuerte que era comparada con los proyectiles que lanzaba el orgullo de la artillería de campaña francesa, el famoso cañón de campaña M1897 de 75 mm, conocido popularmente con “Francés 75”, así fue como Lufbery decidiera ponerle ese nombre al cocktail. La leyenda continúa en el Harry’s New York Bar de París, en la barra comandada por Harry MacElhone, quien popularizó la bebida cambiando el coñac por gin, y con esa fórmula llegó a los Estados Unidos, para luego ser popularizado en Nueva York, en el Stork Club. El trago además tuvo su pico de popularidad desde el estreno de Casablanca, en 1942 siendo el único que se nombra en el filme. También John Wayne lo nombra en A Man Betrayed y en Jet Pilot. Para prepararlo, se deben poner en una coctelera con hielo 30ml de gin, 15 ml de jugo de limón y dos cucharaditas de syrup simple. Agitar 15 segundos y servir en una copa de champán. Agregar champagne hasta completar la copa y decorar con un espiral de cáscara de limón.