Un hombre fue detenido y acusado de decapitar a su padre, jugar con la cabeza como si se tratara de una pelota de fútbol y atacar a automovilistas con un hacha en una ruta de la localidad española de Soto de Ribera, cerca de la ciudad de Oviedo. Los conductores alertaron a la policía que el hombre hasta les arrojó los restos de su padre al capó.
El macabro episodio ocurrió alrededor de las 22:00 horas del lunes, cuando varios automovilistas en la N-630 llamaron a la Comandancia de la Guardia Civil de Asturias para alertar de que estaban siendo atacados por un individuo exaltado, semidesnudo y ensangrentado que portaba un hacha en sus manos.
El testimonio de los conductores: “Venía con la cabeza en la mano y además riéndose”
“El chiflado este de la rotonda de Soto de Ribera mató a alguien. Hay una cabeza en la calzada de un paisano mayor, y un hombre sin camiseta y ensangrentado se ha tirado encima de mi coche. La Guardia Civil ha llegado y lo ha tumbado, pero hay una cabeza en la rotonda, es como si hubiese cortado a una persona por la boca”, ha explicado uno de los afectados presentes en declaraciones a el diario La Nueva España.
Otra de las conductoras afectadas, Arancha Lomba, contó que el hombre se paro delante de ella y “le tiró la cabeza”. “Venía con la cabeza en la mano y además riéndose. Cuando pasé, me volví y le vi jugando como al balón con la cabeza. Debió tirársele encima a más gente. Algún coche pasó luego con la luna reventada”, aseguró.
“Menudo susto. Temí que se viniese detrás de mí. Llamé a la Guardia Civil y me dijeron que ya iban en camino y que me protegiese. Al final lo detuvieron”, añadió.
Quién era la víctima del crimen
Según medios locales, la víctima fue identificado como M.M., un septuagenario que vivía junto a su hijo, P.M, de 46 años, en una casa de la aldea de El Picón, cercana al lugar de los hechos.
La víctima tendría otros dos hijos, más jóvenes. Aún se investiga qué pudo desencadenar la trágica agresión. Por ahora, solo se sabe que el hombre decapitó con un hacha a su padre. Los testigos presenciales le vieron con la cabeza en una mano y en la otra el arma homicida, en la rotonda.
La policía científica encontró el cuerpo decapitado de la víctima en la vivienda, mientras que el agresor fue primero trasladado a la comisaría y luego al área de Psiquiatría del Hospital Universitario Central de Asturias, donde quedó ingresado.