Tres semanas atrás, en una reunión en Brasilia, Lula da Silva había prometido a su par argentino, Alberto Fernández, iniciar conversaciones con el FMI “para quitarle el cuchillo del cuello a la Argentina” y así lo hizo. En el marco de su participación en la cumbre del G7 en Hiroshima, Japón, el mandatario brasileño mantuvo un encuentro con la titular del Fondo, Kristalina Georgieva, en el cual le pidió “darle tiempo a la Argentina” en el cumplimiento de las metas del acuerdo.
“Le pedí a la directora del FMI que tuviera comprensión de que Argentina, después de la pandemia, tuvo una sequía que destruyó el 25% de su producción agrícola y eso pesa mucho. Le dije que si Argentina no tenía condiciones ahora no era necesario presionarla. Hay que darle un tiempo a la Argentina para que se recupere. Espero que lo haya comprendido”, contó el presidente de Brasil durante una conferencia de prensa.
“El endeudamiento externo de muchos países, que victimizó a Brasil en el pasado y hoy destroza a Argentina, es causa de una flagrante y creciente desigualdad, y requiere un tratamiento del FMI que considere las consecuencias sociales de las políticas de ajuste”, añadió Lula.
“Argentina es nuestro tercer socio comercial y el primero en América Latina y el destino de nuestras manufacturas; queremos que nuestras empresas sigan vendiendo a la Argentina”, insitió.
El pasado 2 de mayo, Lula y Alberto habían mantenido un fugaz encuentro en la capital de Brasil con el objetivo de analizar la situación económica argentina, la integración financiera y las medidas de financiamiento del comercio bilateral que comprometen a ambos países.
“Desde el punto de vista político me comprometí con mi amigo Alberto Fernández a hacer cualquier sacrificio para que podamos ayudar a la Argentina en este difícil momento”, enfatizó en ese entonces el presidente de Brasil. “Tengo la intención de conversar -a través de mi ministro de Hacienda-, con el FMI para quitarle el cuchillo del cuello a la Argentina”, destacó el mandatario.
Durante aquel encuentro, también discutieron la búsqueda de mecanismos de financiamiento para las exportaciones brasileñas al mercado argentino.
“Valoro mucho los esfuerzos que Brasil hace por ayudarnos y celebro la explícita posición que el gobierno brasileño tomó respecto del FMI y el acuerdo con la Argentina”, había reconocido Fernández.