Alberto Fernández y su comitiva arribaron a las 15.50 (hora local) al Aeropuerto Dulles para iniciar el tramo más importante de la gira internacional que inició en Santo Domingo: el Presidente se encontrará mañana con Joseph Biden en la Casa Blanca, tras negociar esa reunión bilateral durante los últimos 36 meses.
El cónclave entre Alberto Fernández y Biden ocurrirá en el Salón Oval y sus temas principales estarán centrados en la ofensiva de China en Argentina y en el impacto de la sequía sobre el plan de estabilidad económico y el cumplimiento de las metas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La administración demócrata considera a China un enemigo a escala global y busca bloquear su influencia en todas las regiones del planeta. La Casa Blanca sabe que China pretende construir centrales nucleares en el país, vender aviones de última generación a la Fuerza Aérea, controlar la Hidrovía y manejar la importación de litio, cuatro proyectos clave que fortalecerían la presencia de Beijing en América Latina.
El Presidente de la Argentina🇦🇷, Alberto Fernandez @alferdez, ya en Washington DC🇺🇸.
— Jorge Argüello (@JorArguello) March 28, 2023
Mañana, en el Salón Oval de la Casa Blanca @WhiteHouse, mantendrá un encuentro con su par estadounidense🇺🇸, Joe Biden @POTUS pic.twitter.com/tSfYjcK0Wl
Alberto Fernández conoce los planteos de Biden y ya hecho ciertos movimientos para acercar posiciones con la agenda global de Estados Unidos. Frenó la licitación del 5G, demora la puesta en marcha de las centrales nucleares, y aprovechará el cónclave en el Salón Oval para explicar que la licitación de la Hidrovía está en proceso y que China importa litio porque las compañías americanas no invierten lo suficiente en ese recurso energético.
A su vez, el jefe de Estado afirma que tiene un argumento a su favor para contener las eventuales críticas de Biden sobre la avanzada de Xi: Alberto Fernández dice que cuando necesitó recursos para enfrentar la pandemia de COVID-19 y sostener las reservas del Banco Central, desde Beijing llegaron vacunas Sinopharm y se autorizó aumentar el swap entre ambos países hasta 18.500 millones de dólares.
En la Casa Blanca asumen ese argumento político, pero añaden que la preocupación de Washington es hacia adelante. En DC no quieren que Xi consolide e incremente sus posiciones estratégicas, y ese es el mensaje que el presidente de los Estados Unidos transmitirá a su colega argentino.
Cuando termine este capítulo vinculado a la influencia de China en Argentina, Alberto Fernández planteará su preocupación sobre el impacto de la sequía en la economía y en el cumplimiento de las metas acordadas con el FMI. El jefe de Estado explicará a Biden que es esencial el apoyo de los Estados Unidos en el board del Fondo Monetario Internacional (FMI), que exige el cumplimiento la metas acordadas para continuar desembolsando los únicos dólares sistemáticos que recibe el Banco Central.
Esas metas se vinculan con el nivel de reservas, el déficit fiscal y la emisión Monetaria, que están en jaque perpetuó por la sequía, las complicaciones del sistema financiero internacional y las recurrentes batallas internas en el Frente de Todos conspiran contra la estabilidad del plan económico.
Es incierto aún que se puedan cumplir las metas reservas y de déficit fiscal para los próximos trimestres, y en este escenario es clave que Biden valide los argumentos que presentará Alberto Fernández y ordene al board del FMI que no empuje a la Argentina hacia el borde del abismo.
Al concluir la cita a solas, ambos presidentes harán su balance ante los medios acreditados en la Casa Blanca y los enviados especiales que cubren la gira oficial. Serán comentarios personales, ya que no está prevista una declaración formal ni tampoco la firma de acuerdos bilaterales.
Tras su contacto con los periodistas, Alberto Fernández y Biden se dirigirán a la Sala de Gabinete de la Casa Blanca para continuar con la reunión bilateral. A un lado de la larga mesa ovalada estarán Alberto Fernández, Santiago Cafiero (canciller), Sergio Massa (ministro de Economía), Aníbal Fernández (ministro de Seguridad), Gabriela Cerruti (portavoz presidencial), Julio Vitobello (Secretario General de la Presidencia), Jorge Arguello (embajador argentino en Estados Unidos), Luciana Tito (jefa de Gabinete de Cancillería) y Leonardo Madcur (jefe de Gabinete de Economía).
Biden, por su parte, ya convocó a Jack Sullivan (consejero principal de Seguridad Nacional), Antony Blinken (secretario de Estado), Juan González (consejero de Seguridad Nacional para América Latina), Christopher Dood (asesor presidencial para América Latina) y Marc Stanley (embajador de Estados Unidos en Argentina). La incognita es si finalmente se sumarán Janet Yellen, secretaria del Tesoro, y Karine Jean-Pierre, secretaria de Prensa de la Casa Blanca.
La dinámica de este encuentro de los dos gabinetes será impuesta por ambos mandatarios. Cada presidente habilitará en el uso de la palabra a sus ministros y secretarios, y a partir de allí, habrá un intercambio de ideas entre las dos delegaciones. En términos del slang diplomático, este encuentro tiene un formato 1 más 8: el jefe de Estado y los ocho miembros de cada gobierno que participarán del encuentro bilateral.
Alberto Fernández aterrizó en el aeropuerto Dulles y partió al Hotel Willard, ubicado a pocos metros de la Casa Blanca. Su última reunión en New York fue con Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas, con quien analizó las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania y del Cambio Climático.
La cita protocolar se extendió por media hora, y desde el edificio de la ONU en la Segunda Avenida, el presidente partió al aeropuerto JFK para abordar el charter de Aerolíneas que lo trajo hasta la capital de los Estados Unidos. Mañana a las 15.30 ingresará al Salón Oval y estrechará la mano de Biden. Una foto que esperaba hace años.