Pasaron apenas tres días desde que Carlos III fue proclamado rey en el Reino Unido y ya estalló una polémica por los más de 100 despidos en Clarence House, la antigua residencia oficial del nuevo monarca. La decisión de echar al personal en pleno periodo de luto por la muerte de la reina Isabel II fue tachada de “despiadada” por sindicatos británicos, mientras que la monarquía habló de una situación “inevitable”.
Decenas de miembros del personal de Clarence House recibieron ya su carta de despido, según el diario The Guardian. Un centenar de personas trabajaban en la residencia del antiguo príncipe de Gales, algunos desde hace décadas.
Mudanza real y despidos
Los servicios del rey y de la reina consorte Camila se trasladarán al Palacio de Buckingham, residencia oficial de los monarcas en Londres, tras la muerte de Isabel II el jueves a los 96 años de edad.
“Tras la ascensión al trono la semana pasada, las operaciones de residencia del antiguo príncipe de Gales y de la antigua duquesa de Cornualles cesaron y, como exige la ley, comenzó un proceso de consulta”, indicó Clarence House.
“Nuestro personal ha prestado un largo y leal servicio y, aunque algunos despidos son inevitables, trabajamos de urgencia para identificar funciones alternativas para el mayor número de empleados”, agregaron desde Clarence House a la AFP.
Una decisión “despiadada” e “insensible”, según un sindicato
El sindicato PCS condenó en un comunicado la “despiadada” decisión de anunciar despidos “en período de luto” por la muerte de Isabel II. “Si bien se esperaban algunos cambios en las residencias oficiales, a medida que cambian los roles en la familia real, la escala y la velocidad a la que esto se ha anunciado es insensible en extremo. Y aún más porque no sabemos qué personal podría necesitar el Príncipe de Gales entrante y su familia”, agregaron en alusión al príncipe Guillermo y su esposa Kate Middleton, que recibieron el título nobiliario el sábado tras la ascensión del rey.
El sindicato PCS, que representa a algunos trabajadores de Buckingham, dijo que estaba trabajando para garantizar que el personal tenga “seguridad laboral total”, y que apoyaba a otros miembros del personal real preocupados porque su “futuro se ve afectado por este anuncio en este momento ya difícil”.
Los empleados de Clarence House no están representados por ningún sindicato reconocido, según The Guardian.
El rotativo explica que los servicios reales querían retrasar en un primer momento el anuncio hasta después del funeral de Isabel II previsto el 19 de septiembre, pero que, tras una consulta jurídica, decidieron hacerlo lo antes posible.
Todos los empleados despedidos recibirán indemnizaciones “mejoradas” y la medida entrará en vigor no antes de tres meses, según fuentes reales.