Con el 97% del total de mesas escrutadas, el candidato izquierdista Gustavo Petro, del Pacto Histórico, y Rodolfo Hernández, de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, deberán disputar un balotaje el 19 de junio para definir al próximo presidente de Colombia.
El senador y exguerrillero Petro, de 62 años se impuso con el 40,2% de los votos en las elecciones generales de este domingo, pero al no lograr la mayoría de más del 50% de los votos, deberán disputar la segunda vuelta con Hernández, quien se quedó con el segundo lugar al obtener un 28,14% de apoyo. Gobernados siempre por conservadores o liberales de derecha y hastiados de un país en crisis, los colombianos se debatían este domingo inclinarse por primera vez a la izquierda y subirse al tren de esa tendencia que vuelve a cruzar por América Latina.
Ese segundo lugar en 2018 le valió un escaño en el Congreso desde donde acumuló apoyos para pelear un desquite por el gobierno del país de 50 millones de habitantes, aliado de Estados Unidos y mayor exportador mundial de cocaína. Colombia podría así sumarse a la izquierda que gravita en la mayoría de países de Sudamérica y que en octubre se juega el posible regreso de Lula da Silva en Brasil.
Paradójicamente, en Colombia todas las fuerzas piden un cambio, tras el impopular gobierno de Duque (67%) que desató un estallido social inédito. "Hay mucha frustración, mucha rabia y creo que Petro capitalizó eso", dijo a la AFP Michael Shifter, profesor de la Universidad de Georgetown.
La derecha en el poder llega debilitada. Su líder natural, el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), antiguo protagonista electoral, está de capa caída por enredos judiciales.
"Dos sentimientos resumen al votante: la necesidad de cambio por ese descontento y la desconfianza", sostiene Jorge Restrepo, profesor de la Universidad Javeriana. El abanico de candidatos lo completan el centrista Sergio Fajardo (5,1%), el evangélico John Milton Rodríguez (0,6%) y el derechista Enrique Gómez (0,3%).
El candidato del izquierdista Pacto Histórico, un economista de 62 años que fue alcalde de Bogotá y perteneció a la exguerrilla del M-19, promete reducir la dependencia económica del petróleo y el carbón, recortar la brecha social con ideas que generan temor entre los empresarios, como la distribución equitativa de la tierra para aumentar la producción agrícola.
Hernández, un septuagenario empresario de la construcción y exalcalde de Bucaramanga, sorprendió y quedó segundo en la elección, superando al centroderechista Federico Gutiérrez, que aparecía detrás de Petro en las encuestas de intención de voto. El empresario, que se presenta como candidato independiente, ganó reconocimiento por sus excéntricos vídeos en las redes sociales, en los que aparece cantando y montando en patineta eléctrica, así como por su fuerte discurso contra la corrupción.
Sin embargo, enfrenta una investigación por supuestamente haber intervenido como alcalde en la adjudicación de un contrato de manejo de basuras que buscaba beneficiar a una empresa y a uno de sus hijos, quien habría hecho lobby a favor de la compañía. Hernández, de 77 años, niega las acusaciones.