Los fallecidos diarios por coronavirus en España bajaron este viernes a 138, después del repunte del jueves, con lo que suman 27.459. Los contagios superan los 230.000, según las cifras oficiales del Ministerio de Sanidad. Los nuevos casos de Covid-19 confirmados por PCR en las últimas 24 horas aumentaron en 549 y alcanzaron los 230.183, mientras que los pacientes que superaron la enfermedad aumentaron en 1.409 y ya alcanzan un total de 144.783 personas desde que se inició la pandemia. Cuatro regiones aglutinan la mayor parte de los nuevos positivos: Cataluña, con 151; Castilla y León, con 99; Madrid, con 49, y Castilla-La Mancha con 43.
España cumplió el jueves dos meses con medidas de excepción por la pandemia de coronavirus, en medio de un proceso de lenta apertura de la vida social y económica, que avanza más según los territorios, y con una importante división política sobre cómo afrontar la desescalada. Con la enfermedad controlada, y a pesar de la fuerza con la que el brote golpeó al país, España no tiene aún “inmunidad de rebaño” en caso de que hubiera un rebrote, según mostraron los resultados preliminares de un estudio de seroprevalencia sobre la población.
Esos resultados indican que solo un 5% de la población española tuvo contacto con el coronavirus y desarrolló anticuerpos, mientras que para la inmunidad de rebaño se considera necesario un mínimo del 60 por ciento. Esto muestra que las medidas de una desescalada por fases y en función de la situación sanitaria de los distintos territorios que diseñó y aplica el Gobierno “son las correctas”, afirmó en rueda de prensa el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, pidió extremar las precauciones “más que nunca” para evitar que el progresivo desescalamiento del confinamiento pueda causar un rebrote de la enfermedad, y recordó que el Ejecutivo se plantea hacer obligatorio el uso de mascarillas en espacios públicos.
Mientras tanto, la unidad política casi total que hace dos meses respaldó la declaración del Gobierno del estado de alarma y la puesta en cuarentena del país es ya historia. Los principales partidos de derecha (Partido Popular, PP) y extrema derecha (Vox), segunda y tercera fuerzas parlamentarias respectivamente, no apoyarán en el Congreso extender las medidas especiales. El Gobierno español -una coalición del Partido Socialista (PSOE) y la federación izquierdista Unidas Podemos- no tiene mayoría parlamentaria, por lo que busca apoyo de pequeñas formaciones nacionalistas, regionalistas y centristas para lograr la próxima semana una nueva prórroga del estado de alarma. Sin embargo, PP y Vox llevan ya varias semanas lanzando duros ataques al Gobierno aprovechando la crisis sanitaria causada por la pandemia y las importantes consecuencias económicas y sociales.
Ambos partidos apoyan (en el caso de Vox, abiertamente) las pequeñas protestas -caceroladas incluidas- contra el Gobierno que en los últimos días tienen lugar a diario en una calle de uno de los distritos más ricos de Madrid, el de Salamanca, enarbolando banderas de España y algunos símbolos ultraderechistas, mientras gritan “Libertad” y “Gobierno dimisión”. El portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, alentó hoy a los españoles a que salgan a manifestarse “donde les dé la gana” pero guardando la distancia de seguridad, mientras que la presidenta de la región de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (PP), defendió que los ciudadanos puedan salir “libremente a manifestarse, aunque sea un ratito por las tardes en su propia calle”.