Apple elimina definitivamente iTunes de su sistema operativo
Luego de perder utilidad con los años, la empresa con sede decidió dejar atrás el programa que alguna vez fue clave.
Apple lanzó macOS Catalina, la versión 10.15 del sistema operativo para computadoras desarrollado por la compañía de la manzana mordida, y llegó con una gran novedad: la desaparición de iTunes, el programa una vez revolucionario que hizo que las ventas de música en línea se volvieran mainstream, mitigando así el impacto de la piratería.
Luego de ir perdiendo utilidad con el paso de los años, la empresa con sede en Cupertino decidió dejar atrás el programa que alguna vez fue una pieza clave dentro de su sistema operativo y reemplazarlo con un trío de aplicaciones independientes compuesto por Apple TV, Apple Music y Podcasts.
Las plataformas de música por streaming como Spotify y la propia Apple Music prácticamente reemplazaron por completo tanto el software de iTunes como la venta de canciones individuales, que inicialmente se ofreció por ese medio a 99 centavos por canción. Finalmente, la compañía le dio a su histórica app el último empujón hacia su tumba.
Cabe señalar que ahora las funciones de sincronización local de dispositivos iOS y iPadOS siguen ahí, sólo que se integran en el Finder. Además, en el Mac no aparecerá ninguna alerta ni proceso de seguridad cuando se conecte uno de esos terminales, mientras que quienes se suscribieron a Apple Music, la tienda de música estará escondida.
Sustituir el programa completo de iTunes por aplicaciones separadas para música, video y otros servicios le permitirá al gigante tecnológico agregar funciones para tipos específicos de contenido y así promover mejor sus servicios de música y streaming de televisión para compensar la baja en las ventas de los iPhone.
A principios del nuevo milenio, iTunes era una app que permitía una manera simple de centralizar música en el producto insignia de Apple: el reproductor de música iPod. Los usuarios conectaban el dispositivo a una computadora y las canciones se sincronizaban automáticamente, lo que en aquel momento significó una simplicidad innovadora para la época, pero quedó claro que el paso del tiempo no benefició a la aplicación cuyo tiempo de vida llegó a su fin.