El ministro de Economía Luis Caputo anticipó que este jueves el Fondo Monetario Internacional discutirá el desembolso de USD 800 millones hacia la Argentina y dijo que desde ese momento el Gobierno iniciará la negociación de un nuevo programa. “Llevará un tiempo pero hay que acordarlo con el Fondo y eventualmente (esperemos) con ese nuevo programa llegue nueva plata”, dijo el ministro. Esos dólares adicionales, aseguró, son un paso decisivo para la salida del cepo cambiario.
El jefe del Palacio de Hacienda definió a la herencia que recibió el Gobierno era la de “un país con cáncer fiscal y metástasis monetaria y financiera”, en la apertura del seminario “El renacer de la libertad en Argentina y el mundo”, que cerrarán el presidente Javier Milei y el empresario Elon Musk.
Ante un auditorio amigable, que lo interrumpió con aplausos en distintos pasajes de su alocución, Caputo hizo una encendida defensa de la gestión económica y pidió a los presentes que no teman cuando hay ruidos en el mercado: “Esto no es lo que vieron 50 veces, esta vez la macro está ordendada”.
“Han pasado ya más de seis meses, entonces es bueno hacer un pequeño raconto de lo que se ha recibido. La situación era realmente calamitosa. La combinación de lo peor del Rodrigazo, de lo peor de la inflación de Alfonsín y Menem y de la crisis de 2001. Un déficit fiscal de 5 puntos, un déficit cuasifiscal de 10 puntos; entonces un déficit consolidado de 15 puntos que es una bestialidad”, expresó el funcionario.
Además, en el evento Fundación Libertad y CATO Institute en Buenos Aires expresó que al asumir encontraron “un Banco Central totalmente quebrado, 11.500 millones de dólares de reservas negativas, 3 bases monetarias en pasivos remunerados, a una tasa que implicaba emitir una base monetaria más cada 3 meses y medio, junto con una inflación arriba del 200 y la mayoría de los precios pisados”.
“Teníamos un país con cáncer fiscal y metástasis monetaria, financiera, cambiaria e institucional. Era un paciente que estaba más cerca de pasar del otro lado de la vida que de recuperarse”, afirmó. “Tuvimos que hacer toda una cirugía que muy poca gente esperaba. Se hicieron en un lapso de 5 meses cosas que no se hicieron en 100 años”, acotó.
“Típicamente para bajar la inflación, lo primero que hacen los bancos centrales es subir tasa, es lo que dicen los manuales. Para la Argentina en ese momento hubiera sido un error porque subir las tasas de interés se hace para descomprimir el crédito, la generación secundaria de dinero y que la economía se desacelere”, afirmó.
“¿Por qué en la Argentina es distinto? Porque no hay creación secundaria de dinero. Si subíamos tasa lo único lo que hubiéramos hecho era exacerbar el descalabro monetario, porque los pasivos endógenos se hubieran multiplicado; habríamos tenido que imprimir una base monetaria por mes”, explicó. Así, “hubiera sido imposible salir del cepo cambiario, porque hoy tendríamos 6 o 7 bases más que hubieran ganado el 150% en dólares y estarían esperando que abriéramos el cepo para salir”.
Ley Bases, dólar, FMI y cepo cambiario
Sobre la Ley Bases, dijo que “se está hablando mucho de la ley en forma binaria. Si pasa es bueno, si no es un desastre; no es así. Es muy bueno que la ley pase, es una ley para los argentinos, un acelerador un potenciador de la situación económica, pero no va a alterar el hecho de que el país se va a recuperar”. “El orden macro va a seguir y el país se va a recuperar igual; no va a cambiar el rumbo, es muy importante que se incorpore esto”, afirmó.
“No es binario, Ojalá haya responsabilidad por el lado del Congreso y que la Ley salga. Pero nosotros vamos a seguir; todo el mundo sabe que esta ley favorece a todos los argentinos y por eso la oposición no la quiere aprobar, es gente que no tiene ningún interés en que al país le vaya bien. Están en política por el negocio y ellos quieren manejarlo”, añadió Caputo.
El ministro dijo que la oposición se preguntó “¿qué pasa si se quedan cuatro u ocho más? ¿Cómo hacemos para manejar el negocio? Lo que está aportando, lo que está apoyando la gente es lo que también desconcierta a la oposición”, aclaró.
“La gente apoya el cambio, están haciendo un esfuerzo importante, pero la diferencia es que hay esperanza porque la mayoría de la gente entendió que es el camino correcto y que no se sale de un modelo de 100 años en un par de meses; la gran mayoría de la gente ya entendió que no hay que volver ahí. No nos enganchemos con que 30 personas en el Senado atenten contra estos logros”, afirmó.
Respecto a la suba del dólar y el riesgo país de las últimas semanas, Caputo aseguró: “No quiero sonar arrogante, a mí no me asusta. Conozco bien el paño, pasé por 500 crisis en todos los países del mundo. Hay crisis si hay desorden macro, hoy no lo hay. Seguro no va a haber crisis. No se coman ningún otro cuento. Todo lo que ven en el Congreso son todas puestas en escena. Lo único que importa ahí es la plata. Si llegan valijas, si arreglan algo para sus provincias, si les dan puestos, cajas”, disparó.
“Seguramente puede haber algo más de volatilidad pero no hay asidero económico para que pase nada. No subestimen los fundamentals. Siempre la política mandó sobre la economía, hoy la economía manda sobre la política. Es un cambio de época. Este presidente no va a cambiar un centímetro adonde nos pidió que fuéramos”, dijo el ministro.
Por otra parte, adelantó que “estamos en el proceso de la evaluación del Fondo, que va a ser el (jueves) 13. Desde ahí empezaremos a negociar un nuevo programa, que yo tengo desde agosto del año pasado. Se lo conté al propio Fondo personalmente en octubre y noviembre. Llevará un tiempo pero hay que acordarlo con el Fondo y eventualmente que con ese nuevo programa llegue nueva plata”, aseguró Caputo.
“Para salir del cepo hay cuatro condiciones: equilibrio fiscal, solucionar los stocks de demanda de dólares heredado, los flujos (de eso el 75% esto está solucionado). Y el cuarto es que haya un relación razonable entre reservas en el BCRA y los pasivos remuneados. No estamos ahí todavía. La cuarta es la que todavía tenemos que seguir trabajando”, planteó.
Por último aseguró que propiciará como ministro el traspaso de obras públicas iniciadas a la órbita del gasto de los gobernadores: “No tenemos que usar la obra pública para hacer política”, dijo y anticipó que “las transferencias discrecionales van a seguir siendo cero”.