El ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, respondió con fastidio a una pregunta respecto al supuesto proyecto de lanzar una moneda única argentino-brasileña. El funcionario del recientemente asumido José Inazio Lula Da Silva y ex alcalde de San Pablo dio por tierra con una especulación que pocos meses atrás su antecesor, Paulo Guedes, discutía en público a pesar de que no existiera ningún proyecto concreto en marcha.
“No hay moneda única, no hay tal propuesta, infórmate primero”, dijo Haddad sobre las negociaciones que sí se encaminaron desde el viaje del presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Sergio Massa, para encontrar un instrumento de intercambio comercial que reemplace al dólar.
“No existe una moneda única, no existe tal propuesta, ustedes lo sabrán primero”, insistió Haddad a los periodistas en una conversación informal, a su salida del Palacio del Planalto.
La aspiración de una moneda que cumpla un rol similar al Euro en la Unión Europea no es una aspiración brasileña. Más bien, aparece como una idea atractiva en la Argentina, donde la política monetaria no encuentra forma de estabilizar una inflación que roza el 100% anual. Un escape rápido con consecuencias difíciles de prever y que no fue analizada en detalle.
El antecesor de Haddad, Guedes, no tenía problema en jugar con la idea. Siempre germinal. En su última particupación en las Reuniones Anuales del Banco Mundial y el FMI, poco antes de la victoria de Lula en las elecciones presidenciales, el ahora ex ministro contestaba entusiasmado a las preguntas al respecto. Y aseguraba haber tratado el tema en reuniones bilaterales con funcionarios argentinos.
Pero el ministro de Economía argentino, Sergio Massa, no se hace muchas ilusiones al respecto. Las charlas, cuando las hubo, fueron muy superficiales. En los últimos encuentros bilaterales, ya con el nuevo gobierno brasileño en funciones, las charlas fueron más bien por otro lado.
Tanto en la asunción de Lula como, esta semana, en un encuentro entre el embajador argentino en Brasilia, Daniel Scioli, y Haddad, sí se conversó sobre otro punto. Y es el de los esfuerzos por desdolarizar el comercio bilateral. La Argentina, carente de divisas en el marco de controles de cambio de larga data, busca profundizar el uso de monedas locales para el pago de importaciones de Brasil, principal socio comercial.
Ya existen mecanismos de pago en monedas locales, pero la intención argentina es obtener facilidades que en algún nivel se asemejen al swap de monedas que el Banco Central de la República Argentina mantiene con el Banco popular de China y que permite a los importadores comprar yuanes para cancelar importaciones provenientes de ese país. Sería una suerte de evolución de ese Sistema de Pagos en Moneda Local (SML).
No es que se trate de la eliminación de la moneda de cada país, habían explicado en la Argentina respecto de esas charlas, sino de lograr una mayor integración comercial.