La imposibilidad de pagar en cuotas pasajes, hoteles, alquiler de autos y cualquier otros servicios en el extranjero obligará a los viajeros a buscar otras formas de financiamiento que, en la mayoría de los casos, serán más caras. Ese desincentivo a viajar al exterior es el que busca el Banco Central para que no salgan del país los dólares que alimentan sus menguadas reservas.
La financiación en cuotas con tarjeta de crédito es la vía más común para financiar la compra de esos servicios. Y el Black Friday, la mega promoción comercial que en esta ocasión iba a tener un fuerte foco en los viajes, iba a ser una gran oportunidad para la compra de paquetes turísticos para el verano.
Ante la prohibición de financiar con cuotas, la primera alternativa para no pagar al contado es utilizar el financiamiento de la tarjeta de crédito, es decir, abonar el pago mínimo y luego pagar los intereses correspondientes por el saldo.
Esta opción tiene una tasa máxima de 43% para aquellos saldos que no superen los $200.000 por tarjeta. En el caso de pagar un saldo por encima de esa cifra, la tasa no tiene límites por lo que es sensiblemente más cara. Según el relevamiento de Infobae publicado ayer, una familia tipo necesita pagar $348.000 para viajar en avión a Florianopolis, Brasil. Si no puede pagarlo con cuotas, seguramente pagará un interés más elevado que el tope del 43%.
La gran decisión deberán tomarla aquellos que tienen dólares billete en su poder y se enfrentan a este pago. ¿Les conviene financiarse con el banco o, por el contrario, vender sus dólares y cancelar la deuda? Quien crea que el dólar libre o “blue” subirá más del 43% anual, le conviene aceptar la tasa que cobra el banco y conservar sus billetes.
Aquellos que, por el contrario, creen que el dólar va a subir por debajo de ese nivel, verán más provechoso vender sus dólares para cancelar la deuda. Otra opción es la de tomar un crédito personal para comprar los servicios en el exterior. La tasa de interés y los gastos que componen el Costo Financiero Total (CFT) de ese préstamo suele estar muy por encima de ese 43% máximo que se cobra para financiar con la tarjeta.
También tiene importancia la practicidad: pagar con tarjeta en cuotas es extremadamente simple mientras que algunos bancos piden trámites adicionales para otorgar un préstamo personal. E incluso los límites: la tarjeta de crédito habitualmente maneja topes para comprar en un solo pago que a menudo quedaron desactualizados frente a la inflación. En un préstamo personal no existe ese problema.
La gran decisión deberán tomarla aquellos que tienen dólares billete en su poder y se enfrentan a este pago. ¿Les conviene financiarse con el banco o, por el contrario, vender sus dólares y cancelar la deuda?
Por fuera del financiamiento, otro punto importante para evaluar el precio a pagar por un pasaje al exterior es el enorme componente impositivo que conlleva. Cada vez que se compra un pasaje, hay tributos y costos financieros que duplican el precio de la tarifa pura. Así lo explicó ayer en un comunicado la Cámara de Compañías Aéreas en la Argentina (JURCA), el expresar su repudio por la medida del Banco Central.
“Esto es un nuevo golpe a nuestra industria, la cual aún está en etapa de recuperación de la peor crisis de su historia. Sólo en nuestro país, en los últimos tiempos debemos tener presente que sobre el valor de la tarifa hoy se aplica el 30% del Impuesto PAIS, el 35% de Percepción + 7% de DNT (Imp de Turismo) + 45% de Financiación = 117% sobre el valor de la tarifa,” señaló el comunicado de las líneas aéreas.
Si el pago se realiza con tarjeta de crédito en la Ciudad de Buenos Aires, hay que sumar una frutilla en el postre: el 1,2% del impuesto a los sellos.