El Gobierno nacional presentará hoy el nuevo esquema para exportar carne vacuna, luego de la prohibición por 30 días que finalizó el domingo pasado y que no logró hacer bajar el precio al consumidor, que es el principal objetivo de la administración de Alberto Fernández, que durante el último mes registró incrementos del 6,1% en las carnicerías del Área Metropolitana de Buenos Aires.
Si bien en la agenda presidencial y de los ministerios no hay precisiones sobre el horario del anuncio, en las últimas horas se oficializó una convocatoria del Gobierno para hoy a las 12.30 a Casa Rosada para diversas entidades, entre ellas el Consejo Agroindustrial, la Mesa de las Carnes, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina y el Consorcio de Frigoríficos Exportadores de Carnes Argentinas (ABC).
Tras algunas idas y vueltas porque no había llegado la invitación a una de las entidades, la Mesa de Enlace confirmó asistencia y también estará presente en el encuentro que será encabezado por el Presidente Alberto Fernández y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
Al no existir precisiones sobre el motivo de la convocatoria, algunos dirigentes al momento de recibir la invitación preguntaron de qué se trataba la misma, desde el Gobierno solamente dijeron “es para tratar un tema de carnes”. En ese sentido, el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, Jorge Chemes, precisó:
“Recibimos un aviso por WhatsApp donde se nos convoca a una reunión sobre el tema carnes, pero no sabemos qué agenda hay ni se nos está convocando para abrir una discusión en la que participemos o para escuchar lo que ya está decidido y anuncios con los cuales no estamos de acuerdo. No nos vamos a prestar para la foto”.
La relación de la dirigencia del campo y Alberto Fernández no atraviesa por un buen momento. Desde un primer momento los representantes de los productores agropecuarios rechazaron el cierre de las exportaciones de carne vacuna y reclamaron un comercio exterior sin restricciones. Luego convocaron a un cese de comercialización de hacienda por 14 días y solicitaron una audiencia con el Presidente, quien nunca respondió a la Mesa de Enlace si los iba a recibir o no.
Por otro lado, los funcionarios que llevaron adelante las negociaciones no brindaron más precisiones sobre las características que tendrá el nuevo esquema, Kulfas declinó confirmar si se van a eliminar las restricciones a las exportaciones y sólo se limitó a decir que las medidas tendrán como objetivo el ordenamiento de la cadena, aumentar la producción de carne y garantizar que los cortes vacunos se comercialicen en el mercado interno a precios accesibles.
Anuncios y malestar
De cara a los anuncios que efectuará el Gobierno en esta jornada, los mismos contemplarían una reapertura parcial de las exportaciones de carne, con un sistema de cuotificación de las mismas para lo que resta de junio y todo julio, la prohibición para exportar ciertos cortes populares, como asado, matambre y vacío.
La reanudación de las ventas al exterior con destino a Israel, y un Plan Ganadero para aumentar la producción de carne vacuna de 3 a 5 millones de toneladas. A todo esto podrían sumarse medidas en relación al acuerdo que rige hasta el 31 de diciembre de este año, para la comercialización de 11 cortes vacunos a precios populares en el mercado interno.
Además, en las últimas horas, Kulfas precisó que habrá “algunos incentivos fiscales y créditos blandos para que los productores inviertan en tecnología y mejoren pasturas para aumentar el tamaño promedio de los animales que van a faena. No solamente serán medidas puntuales, sino un plan integral que le permita a la Argentina salir del estancamiento de muchas décadas en la producción de carnes, mientras la población siguió subiendo”.
El cepo a las exportaciones de carne vacuna que finalizó el pasado domingo significó para el país pérdidas por USD 200 millones, de acuerdo a los datos aportados por David Miazzo, economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).
Por otro lado, hubo un impacto en la confianza del productor y el industrial, aumentó la incertidumbre que significó un freno a las inversiones, inestabilidad laboral con los trabajadores que perdieron ingresos y las restricciones dejaron dañada la imagen de la Argentina como proveedor confiable. Mientras tanto, se profundiza el malestar de las bases de productores.
En el seno de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y la Pampa (CARBAP) ya se recibió el mandato de convocar a un cese de comercialización de hacienda y granos del 1 al 8 de julio y al día siguiente, el Día de la Independencia, realizar camionetazos y tractorazos en pueblos y ciudades del interior.
Todas estas propuestas serán debatidas el jueves por los principales dirigentes de la Confederación y luego elevadas a su entidad madre, Confederaciones Rurales Argentinas.