El Banco Central (BCRA) dará esta semana el primer paso para regular el negocio de las denominadas fintech, es decir, las empresas de tecnología que ofrecen servicios de pago y financieros. La cuestión estará en el temario que su directorio tratará en la primera reunión de 2020, a concretarse -como es tradicional- pasado mañana, y apunta a "evitar maniobras de elusión impositiva y los métodos de captación dinero de terceros que utilizan" para solventar parte de sus negocios, adelantaron desde la entidad.
La conducción del BCRA, encabezada por Miguel Pesce, accederá de este modo a algunos de los reclamos que las cámaras que agrupan a los bancos venían haciendo para que se equipararan las condiciones regulatorias e impositivas entre los distintos medios de pago disponibles. La conducción anterior de la entidad venía evitando esa medida, pese a que los bancos habían expresado en un documento encargado hace unos meses a FIEL, que sus competidores digitales corrían con ventaja.
La principal limitación será la prohibición de envío de dinero desde la CVU (cuenta virtual uniforme) de una persona jurídica a otra CVU. Solo podrán girarlo a una cuenta bancaria, es decir, a alguna identificada con una clave bancaria uniforme (CBU). "Los que venden por una plataforma podrán seguir cobrando por ella, pero no podrán girar esos fondos a otra CVU", adelantaron. Las que no sufrirán esa limitación son las cuentas a nombres de personas físicas, las que mantendrán la opción de transferir de CVU a CVU como hasta ahora.
El objetivo es que queden alcanzados por el impuesto al cheque dado que la presunción oficial es que evitan ingresar al sistema bancarios para eludir ese gravamen. Otra limitación que se impondría será la de obligar a estas empresas a que coloquen el dinero que sus clientes tienen en las billeteras virtuales en una cuenta corriente bancaria, para asegurar que sean colocaciones líquidas. Por último, avanzará en la determinación de algunos criterios que deberán observar las fintech especializadas en crédito para que su operatoria no sea considerada "de intermediación financiera".
La decisión de avanzar en este sentido había sido adelantada por Pesce en entrevistas que concedió antes de fin de año. "Lo que hay que ver es que cuando ofrecen un monedero electrónico, es que no haya escondido detrás un mecanismo de intermediación financiera porque lo único que pueden hacer las fintech con ese dinero es depositarlo en un banco. Después, si quieren dar préstamos, lo tienen que dar con capital propio pero no pueden utilizar para eso el dinero que reciben usando la diferencia temporal que disponen entre el cobro y el pago a su clientes", sostuvo.