La mala noticia para River es que Enzo Pérez se va a perder el próximo partido, contra Talleres en el Monumental. Cuando el capitán está bien, River está bien. En todos los sentidos, porque contra San Lorenzo en el Bidegain alrededor de Enzo giró el juego del CARP en el primer tiempo, pero también fue el mendocino el emblema del corazón del equipo cuando la tarde caía complicada y había que aguantar con un hombre menos a un Ciclón que empujaba, sin muchas ideas pero empujaba al fin.
La foto de un River de pierna fuerte, jugando y luchando, fue la que necesitaba mostrar en este momento el equipo para cortar el sangrado y acaso la versión que no se vio en la Bombonera. Y es que así se juegan los clásicos.
Para jugar bien, más lindo, más a tono con la idea sofisticada que tiene este cuerpo técnico, habrá tiempo: lo que River necesitaba era un partido exactamente así, como el que ganó en el Bajo Flores, para subrayar el temple y el espíritu que patentó durante estos ocho años. A partir de ahí, todo es mejorable.
Lo cierto es que vive River: le ganó a uno de los tres equipos que menos habían perdido en el campeonato, que nunca había terminado en cero puntos en su casa en esta Liga. Aún con un fútbol austero, el Gallego Insúa había acomodado las cosas en un contexto muy desfavorable a nivel futbolístico-institucional, para salir de esa lógica por la cual los DTs en Boedo se iban a razón de una decena de partidos.
Con la heladera en la cocina y el inodoro en el baño, hoy a San Lorenzo le falta dar un salto estilístico para que la casa se vea un poco más linda: aún con un Barrios muy picante en ataque y con jugadores de presencia en el área, necesita rearmar la sala de máquinas de una mitad de la cancha que no genera demasiado fútbol.
En el Nuevo Gasómetro al Ciclón le faltó algo de astucia en un primer tiempo dominado por River, que abrió el Gallenaccio (11 jugadores detrás de la línea de la pelota) gracias a un Mammana que terminó por confirmar que es la mejor noticia para el CARP en un semestre sombrío: Emanuel clavó el gol que rompió el cerrojo blaugrana pero también salvó otro abajo del arco cuando Blandi solo tenía que soplar la pelota para empatar.
Final y triunfo de #River, sufrido, esperado y necesario. Ganó 1 a 0 con gol de #Mammana y cortó la racha de dos derrotas consecutivas.
— Javier Gil Navarro (@javigilnavarro) September 18, 2022
.#Gallardo#DeLaCruz #Simón pic.twitter.com/F3mLZB7ura
Por la influencia de Mammana en las áreas y la de Enzo Pérez en el núcleo del juego River se sobrepuso a un bajón que necesitaba encontrar fondo rápido para no volverse abismal. También se sobrepuso, por esta vez, a la ingenuidad de un Herrera que se hizo expulsar por doble amarilla como para cumplir con una extraña ley del ex.
Por lo demás, quedarán muchas cosas por trabajar: necesita más punch en ataque, con un Beltrán aún algo espeso para resolver y un Solari por momentos demasiado acelerado. Simón volvió llamativamente impreciso y De la Cruz esta vez no fluyó como venía haciendo.
Todavía hay tiempo. No es tan tarde para River. Tal vez sí lo sea para pelear este campeonato, eso se verá más adelante, pero el CARP aún tiene una chance para cerrar de manera más decorosa un 2022 lleno de claroscuros. Acaso el final de la temporada todavía pueda reservarle alguna alegría. Por lo pronto, tendrá que lucharla como luchó en el Nuevo Gasómetro para ganar un clásico de la forma en la que los clásicos en Argentina se ganan.
Mirá lo mejor del partido
