Es la peor noticia. Justo después de que Boca bajó al puntero, justo en la fecha previa al superclásico, el equipo se quedará sin su mejor jugador. Sebastián Villa sufrió una lesión en su rodilla derecha y se perderá nada menos que el partido con River. Porque aunque se quiso evitar la operación, deberá ser intervenido en las próximas horas y necesitará alrededor de dos meses de recuperación. Un golpe durísimo para el Xeneize, en un momento clave.
El colombiano no salió a entrenarse con sus compañeros en la práctica de este miércoles y dio el primer aviso de que algo malo estaba pasando. Y luego se conoció que era más grave de lo previsto. Se espera el parte médico oficial (que a veces se da y otras no), pero el delantero tiene una rotura del menisco externo de la rodilla derecha y por esa razón la recomendación del club es que sea operado lo antes posible.
Eso sí, durante la mañana se evaluó la posibilidad de postergar esa intervención para después de River. E intentar, con terapias alternativas, que el delantero pudiera llegar al superclásico. Aunque como el riesgo de una lesión mayor era demasiado alto, se decidió que fuera operado en el transcurso del día (de lo contrario, este jueves a la mañana). Además, el delantero está con mucho dolor en la zona.
Para Boca es perder nada menos que a su ancho de espada. Y no sólo en la lucha por el título, sino también para el partido que es un campeonato en sí mismo: el de River. Para colmo, su reemplazante natural, Exequiel Zeballos, también está afuera por la grave lesión que sufrió contra Agropecuario. Por lo cual, Ibarra no sólo se quedó sin su pieza clave, sino que tampoco tiene a su sustituto ideal. Doble golpe, en muy poco tiempo.
¿Habrá ante este panorama alguna chance más concreta para Luca Langoni, el héroe del domingo? ¿Se inclinará el Consejo por aprovechar ahora sí el cupo de refuerzo por la lesión del Changuito y cubrir desde afuera la baja de estos dos jugadores en el mismo puesto? Todo se sabrá en estas horas. Si se deciden por una incorporación, incluso, Román y Cía. no tienen mucho tiempo: el plazo se le vence este viernes.
El que no tenía que lesionarse
La lesión de Villa fue en una de las últimas jugadas del partido ante Atlético Tucumán y si bien no le impidió terminar el partido (además, Boca lo necesitaba en cancha para ganar), el delantero llegó a la práctica del martes con un dolor persistente en su rodilla, incluso a pesar de haber descansado el lunes. Es por eso que este miércoles a la mañana lo mandaron a realizarse estudios y allí saltó la gravedad de lesión.
Este panorama, incluso, deja a Boca sin el colombiano por el resto del 2022. Si había un jugador irremplazable, de vital importancia para el juego del equipo (a veces, incluso, con una dependencia absoluta), era el colombiano. Y su baja le genera a Boca un golpe durísimo a las aspiraciones de pelear el título, porque encima ya no lo tendrá hasta el año que viene.
Vale sólo un dato para tomar dimensión de la pérdida: de los 47 goles del equipo en el año, Villa participó en 33. De hecho, el domingo hizo un aporte más a esa causa. Fue el colombiano el que metió ese centro milimétrico, con mucha clase, para el gol de cabeza de Luca Langoni, el que provocó el empate ante ATU y luego la remontada que metió a Boca en la pelea del campeonato (de estar a 12 puntos en un momento del partido, quedó a seis). Si la pelota no pasa por él, parece que no vale... ¿Y ahora?
Así, su ausencia es otro enorme desafío que deberá afrontar Boca, no sólo para el domingo y para el superclásico, sino para lo que viene. Ahora hay que ver si puede reinventarse y seguir la levantada para dar pelea en el campeonato. Si las lesiones de por sí son inoportunas, la de Villa lo es mucho más todavía, porque está en otro nivel de relevancia. Para el equipo en particular y para sus aspiraciones de bicampeonato en general.
Las otras ausencias
Además de la de Villa, en la práctica de este miércoles hubo otros jugadores que no se entrenaron a la par, por distintas razones.
Carlos Zambrano: el peruano también realizó trabajos aparte, en kinesiología, por una molestia física. En principio, por esta razón y por haber llegado al límite de amarillas, su presencia el domingo está en duda. De hecho, de recibir otra amonestación con Colón, se perderá el superclásico, por lo cual es otro punto a resolver.
Luis Advíncula: su compatriota tampoco estuvo en la práctica de este miércoles, aunque se ausentó por problemas personales. De todos modos, al recibir la quinta amarilla contra ATU, no podrá estar presente el domingo en Santa Fe. Su lugar en principio sería ocupado por Marcelo Weigandt, aunque también hay alguna chance para Nicolás Figal. Todo dependerá de la recuperación de Zambrano o de lo que se decida sobre su situación con las amarillas.
Diego González: el Pulpo fue otro de los que no se entrenaron a la par por una molestia en la rodilla izquierda, de la que fue operado. En su caso, tenía muchas chances de meterse otra vez en el equipo, después de cuatro meses, pero habrá que ver si este imponderable le saca posibilidades de ser el candidato a reemplazar a Pol Fernández. Ahora, todo dependerá de si podrá este jueves realizar la práctica de fútbol.
Jorman Campuzano: el colombiano no se entrenó con el resto del plantel porque se irá a jugar al Giresunspor de Turquía. Y como aún debe resolver su situación contractual con Boca (esto es, extender su vínculo que vence en junio del 2023), trabajó de manera diferenciada, también por precaución.