“Fueron siete años de magia”. Esta fue una de las frases con las que Paulo Dybala empezó a despedirse de Juventus. Se sabía desde hace un tiempo que el club de Turín no le iba a renovar el contrato que vence el 30 junio próximo, pero ahora el argentino tomó la palabra para que el desenlace no fuera por la puerta de atrás. Su mensaje fue escrito un día antes del encuentro en el que Juventus igualó ante Lazio por 2 a 2, como local, por la 37° fecha de la Serie A. Y el cordobés pudo completar su salida rodeado por la cálida despedida de los tifosi de la Vecchia Signora.
Cuando corría el minuto 32 de la segunda parte, el entrenador Massimiliano Allegri decidió reemplazar al argentino por Martin Palumbo y allí fue cuando el Allianz Stadium de Turín le brindó todo su amor a Paulo Dybala, en el que fue su último encuentro en ese estadio con la camiseta que vistió durante siete temporadas y en las que ganó 12 títulos. Las banderas que portaban su rostro con su festejo tradicional formando una máscara. Pancartas con diferentes leyendas, como por ejemplo “Gracias por estos siete años de 10, Joya”, “Por siempre nuestra Joya”. Además, un niño que viajó 1.200 kilómetros para ir a despedirlo. En toda esa escenografía estuvo acompañado de una emocionante ovación.
También se observaron decenas de camisetas de la Juve con su número y su nombre, en su mayoría portadas por niños que vieron muchos campeonatos ganados durante la estadía del cordobés en el club en el que marcó 115 goles y obtuvo 12 títulos. No faltaron los abrazos de cada sus compañeros, tanto de los titulares como de los suplentes. Y hasta los de los futbolistas de Lazio que se acercaron a saludarlo. Una vez en el banco, tuvo un especial abrazo el veterano Giorgio Chiellini, el otro futbolista que jugó su último partido en Juventus. Con el partido sin finalizar, el argentino se acercó a la tribuna y se sacó fotos con los fanáticos y firmó autógrafos.
Al terminar el encuentro con la igualdad sobre la hora del equipo de Roma, poco pareció importarles a los presentes en el estadio. A la hora de saludar a dos futbolistas que marcaron una época en el club. Paulo Dybala no pudo ocultar su llanto de emoción y continuó siendo homenajeado por todos los hinchas a quienes saludó y les agradeció por el amor que le brindaron, mientras por los altoparlantes del estadio sonaba The Best, de Tina Turner, y era nuevamente abrazado por sus compañeros. Una despedida a lo grande para el delantero tras siete temporadas repletas de éxitos.
Pero la Joya tuvo dedicatoria hasta en los goles de su equipo que empató 2 a 2 ante Lazio. Dusan Vlahovic anotó el primero, de cabeza y de inmediato salió a festejarlo llevando su mano a su cara, imitando el festejo de “la máscara” de Dybala. El atacante serbio también se lo dedicó y el argentino se subió a sus hombros para seguir el festejo. Álvaro Morata fue autor del segundo y en su celebración fue directamente a buscar al futbolista argentino, que fue abrazado por otros futbolistas del equipo.