Ni las 11 bajas por lesión, COVID-19 o protección (caso Tevez), ni la altura de La Paz: nada pudo contra Boca en su debut en la Copa Libertadores. En el estadio Hernando Siles, en el que no festejaba desde hacía 51 años, le ganó 1-0 a The Strongest, gracias a un gran gol de Sebastián Villa. Así, se acomodó en la cima del Grupo C junto a Barcelona de Ecuador, que ayer dio el golpe ante Santos.
El Xeneize diseñó un plan lógico para los 3600 metros de altura, ayudado por la cadencia de su adversario: presión recién a partir de la mitad de campo, con las líneas bien juntas para reducir espacios. Al recuperar la pelota apostó a cuidarla, con Soldano en función casi de mediocampista, como en la gestión Alfaro. Y, cuando vio la oportunidad, desplegó a sus velocistas: Obando por izquierda, Villa por todo el frente de ataque.