Con Argentina, 1985 nominada al Oscar como mejor película internacional, no era de extrañar que entre los presentes al clásico almuerzo previo a la entrega de las estatuillas se encuentren, entre otros, el director Santiago Mitre y el actor Ricardo Darín, en medio de un encuentro en el que no faltó figura por aparecer y se transformó en un clásico y en un termómetro respecto de cómo se ve cada nominado a un mes de la definición del evento máximo del cine mundial.
La ceremonia de premiación se realizará el domingo 12 de marzo en el Dolby Theatre de Los Ángeles, y el pasado 24 de enero la Academia de Cine de Hollywood realizó la selección de los títulos que competirán por una estatuilla. Y la noticia más esperada llegó: el filme protagonizado por Darín y Peter Lanzani competirá contra All quiet in the western front, de Alemania; Close, de Bélgica; EO, de Polonia, y The quiet girl, de Irlanda.
Así las cosas, este lunes tuvo lugar el denominado almuerzo de los Oscar (Oscars Nominees Luncheon, en inglés), celebrado en Beverly Hills, en que las máximas estrellas se muestran juntos. Y así fue como se logró la instantánea que rápidamente se viralizó, en la que Santiago Mitre junto con Ricardo Darín abrazan uno a cada lado a un risueño Tom Cruise, la figurita difícil de los premios, la que todos querían conocer.
Es que casi ninguna de las grandes figuras quiso desaprovechar su minuto de gloria junto al productor de Top Gun: Maverick, obra con la que vuelve a ser finalista 24 años después de su papel secundario en Magnolia. Por los brazos del actor, que no ganó ninguna estatuilla dorada a lo largo de su trayectoria, pasaron, entre otras personalidades, Jamie Lee Curtis o Austin Butler, al que Cruise saludó con efusividad mientras lo felicitaba por su versión de Elvis: “Estuviste fantástico, estuviste fantástico”, repitió.
No obstante, el momento estelar llegó cuando Steven Spielberg, acompañado por la actriz Michelle Williams, entró en el salón del hotel Hilton de Beverly Hills y se encontró directamente con Cruise concentrando toda una lluvia de flashes por parte de los reporteros gráficos. Actor y director, que trabajaron juntos en cintas como Minority Report (2002) o War of the Worlds (2005), cruzaron miradas y protagonizaron varios minutos de conversación con diversas carcajadas, acallando cualquier rumor acerca una supuesta mala relación profesional.
Caras conocidas como las de Michelle Yeoh, Brendan Fraser, Colin Farrell, Paul Mescal, Cate Blanchett, Angela Bassett o Ke Huy Quan estuvieron presentes en una gala a la que también asistieron los cineastas Martin McDonagh, Daniel Kwan y Daniel Scheinert o incluso Guillermo del Toro, entre muchos otros.
La cita suponía la vuelta a un gran evento mediático impulsado por la institución tras el escándalo de la 94ª entrega de estos premios, en el que la bofetada de Will Smith al cómico Chris Rock por un chiste sobre la alopecia de su mujer dio la vuelta al mundo. Conocedora de la relevancia de la cita, la presidenta de la Academia de Hollywood, Janet Yang, basó su discurso en avisar de que el incidente ocurrido en 2022 fue “algo inaceptable” y que supuso un cambio en el protocolo de actuación dentro de la organización que lidera.
“Lo que vivimos el año pasado fue algo inaceptable. (...) Esto es una familia y deben primar los valores de unidad y solidaridad entre la industria y entre los espectadores. Nuestra respuesta no estuvo a la altura, pero ha supuesto un punto de inflexión para actuar con mayor transparencia y responsabilidad”, concluyó.