A más de un mes y medio de la desaparición de Santiago Maldonado el juez federal de Esquel, Guido Otranto, encabeza un amplio allanamiento en territorio mapuche, en las cercanías de la zona donde el joven fue visto por última vez.
Del operativo, para buscar rastros del artesano, participan 300 efectivos de todas las fuerzas federales (excepto Gendarmería) y se lleva a cabo en el Pu Lof en Chubut.
Es la primera vez que las fuerzas de seguridad entrarán en la zona. Anteriormente, los mapuches vinculados a Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), se habían negado a la entrada de los agentes al argumentar que se trata de tierras sagradas.
La medida para rastrillar profundamente 1875 hectáreas de territorio ocupado y el interior del cauce del Río Chubut había sido ordenada por Otranto el pasado 12 de septiembre.
Del procedimiento participan tres helicópteros, drones y efectivos del GEOF y el GE1 (Policía Federal), Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Grupo Albatros (Prefectura) y buzos tácticos. También se utilizan perros entrenados para el seguimiento de rastros cadavéricos y de personas.
Para evitar conflictos en medio del operativo, sólo los grupos especiales de la PFA podrán llevar armas, mientras que el resto de los efectivos sólo portarán dispositivos antitumulto.
El juez ordenó que las fuerzas entren en todas las viviendas del predio para verificar si hay pertenencias de Maldonado e hizo hincapié en los instrumentos que usaba el joven para hacer tatuajes, como un horno de esterilización y una máquina tatuadora de bronce. Además pidió que se busquen su mochila y su campera.
El juez Otranto dio una extensa entrevista a LA NACION, mientras que los familiares de Maldonado insistieron con su recusación.
Las frases más fuertes del juez del caso Maldonado: “No creo que un exceso explique la desaparición” https://t.co/PeubIvjCd9 pic.twitter.com/AhWK6sTzJC
— LA NACION (@LANACION) 17 de septiembre de 2017
"La hipótesis de que [ Santiago Maldonado ] se podría haber ahogado es una de las opciones que me parecen más razonables, de acuerdo con la interpretación de las pruebas que estoy realizando." Sereno, en su casa en las afueras de Esquel , con custodia policial permanente, el juez federal Guido Otranto deja en claro , en una entrevista con LA NACION -la primera sobre el caso que conmociona al país- hacia adónde apunta con la investigación.
Otranto da por acreditado que el joven participó encapuchado de la protesta en Leleque. Dice que el río Chubut es el sitio donde se lo debe buscar y afirma que la comunidad mapuche incurrió en una serie de incongruencias al sostener que Maldonado fue víctima de una desaparición forzada.
También muestra su escepticismo sobre la posibilidad de que Maldonado hubiera podido ser herido. "No veo elementos que me permitan sostener que pudo haber sido herido de gravedad por un disparo a corta distancia o una piedra, por uno o más gendarmes", apuntó.
Tras 45 días de búsqueda, innumerables peritajes y unas 40 declaraciones testimoniales de mapuches, gendarmes y allegados al joven desaparecido el 1º de agosto, Otranto evita ser concluyente en sus presunciones, pero asegura: "A Santiago Maldonado lo capturaron o se ahogó en el río. No le encuentro consistencia a la versión de que fue capturado por la Gendarmería. Tampoco veo elementos que me permitan sostener que pudo haber sido herido de gravedad por un disparo a corta distancia o una piedra, por uno o más gendarmes".
Asegura además que la ausencia de Santiago se cimentó en un relato que "no cierra por ningún lado". Sospecha que le plantaron evidencias. Les demanda a los organismos de derechos humanos que en vez de criticar la investigación, acerquen a los testigos presenciales, a los que -dijo- les brindó amplias garantías de que no serán usadas sus declaraciones para imputarlos en la causa penal que él instruye por el corte de la ruta 40.