Tras las idas y vueltas que tuvieron lugar en las horas posteriores a las elecciones finalmente se formalizó el comienzo del traspaso de mando. Con una foto que se difundió antes de la apertura de los mercados, el presidente Alberto Fernández recibió en la Quinta de Olivos al mandatario electo, Javier Milei, minutos antes de las 8.30 horas de la mañana del martes.
La transición empezó tensa. El economista quería llevar el encuentro a una locación “neutra” contradiciendo los protocolos, cosa que finalmente no ocurrió. La foto oficial del encuentro delata caras de pocos amigos, aunque fuentes que participaron del encuentro aseguraron que el trato fue “amable, cordial y respetuoso”.
Las mismas fuentes señalaron que durante las dos horas y media que duró el encuentro se hizo un repaso de los temas de Estado y de la agenda internacional y aseguraron que no hubo “ningún pedido de ningún tema” puntual al Gobierno. En la misma línea, confirmaron que comenzó formalmente “la transición de los equipos con enlaces en todas las áreas”.
Además de Fernández y Milei, estuvieron presentes en Olivos el secretario general de Presidencia, Julio Vitobello, la Portavoz Gabriela Cerruti y el Vicejefe de Gabinete Juan Manuel Olmos. Fue este último el encargado de negociar el detalle de la transición junto con el mileísta Nicolás Posse, quien acompañó al presidente electo al encuentro y podría ocupar la oficina que deja vacante Agustín Rossi.
Además de Posse y Olmos, entre los responsables del traspaso también se incluyó a Guillermo Francos por los libertarios y Aníbal Fernandez por el oficialismo. Los secretarios de Política Económica, Gabriel Rubinstein, y de Hacienda, Raúl Rigo, el jefe de Asesores del Palacio de Hacienda, Leonardo Madcur, y el titular del Banco Central, Miguel Pesce, deberán hacer lo mismo en el área económica.
Milei partió después de las 8 desde el Hotel Libertador, convertido desde el 22 de octubre en oficina de operaciones de La Libertad Avanza, rumbo a la residencia de Olivos sin formular declaraciones a la prensa, y durante el camino se detuvo en un semáforo y saludó a un grupo de estudiantes que viajaban en una combi escolar.
Tras conocer su arribo a Olivos, vecinos que realizaban actividad física alrededor de la Quinta o paseaban por sus veredas a sus mascotas, se fueron congregando para saludar al presidente electo. Daniel y Carlos tienen 51 y 66 años y se acercaron junto a sus mascotas, Mimoso y Josué. Este último es un perro salchicha que lleva en su collar una insignia de comisario de la Federal. “Era mía”, explica a Ámbito Carlos, quien pese a estar retirado de la fuerza mantiene la costumbre de peinar su cabellera con gel sin dejar un solo pelo suelto.
A su turno, Daniel agrega que Milei se está mudando “al mejor partido de la República, que es Vicente López”, pero le pidió al presidente electo, entre risas, que “elija bien el medicamento”. Conmocionados por la posibilidad de que la artista Fátima Florez se mude también al barrio, agregó: “Si Milei la eligió quién es uno para criticarla”.
Tensiones por el armado del Gabinete
Mientras tanto, en el Hotel Libertador se ultiman nombres propios para el Gabinete, un tema que trajo tensiones al nuevo binomio presidencial que conforman Javier Milei y Victoria Villarruel.
La vicepresidenta electa no estaría conforme con el avance del PRO entre las segundas líneas de todos los ministerios, un esquema en que también podrían quedar incluidos los que estarán a su cargo.
Según pudo reconstruir Ámbito, a Villarruel le molestó la reunión de Milei con el expresidente Mauricio Macri, que tuvo lugar el lunes a las 19 en el búnker libertario. Si bien no trascendieron detalles, fuentes de la oposición señalaron que hablaron de los PRO elegidos para formar parte de la nueva gestión. Entre estos estarían Javier Iguacel, Luciano Laspina, Federico Sturzenegger y Luis Caputo. Debe definirlo Milei.
Otro de los motivos de discordia fue suscitado por la posibilidad de que patricia Bullrich vuelva a ocupar la cartera de Seguridad. En un principio, el acuerdo tácito indicaba de Villarruel iba a ser quien nombrara al nuevo ministro para el área.
A esto se suma el hecho de que Milei no incluyó entre los cupos asignados a Villarruel la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), un área que la diputada creía tener garantizada y hasta había empezado a sondear a sus posibles autoridades.