En un claro gesto de mayor acercamiento con el gigante asiático, el Gobierno nacional anunció la apertura de un nuevo consulado en China, en la ciudad de Chengdu. La publicación de esta medida a través del decreto 372/2023 publicado en el Boletín Oficial materializa un pedido de hace años de quienes trabajan en la relación bilateral con Beijing.
Desde el exembajador Diego Guelar hasta el actual representante diplomático argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, todos le habían solicitado a la Cancillería que procediera en la apertura de una quinta sección consular para cubrir buena parte del amplio territorio chino y, de esa manera, profundizar las ya muy cercanas relaciones con el gobierno de Xi Jinping.
“Atento a la dinámica de la relación bilateral y la creciente demanda por parte de connacionales, se estima necesario disponer la apertura y reordenamiento de las oficinas consulares en la República Popular China”, especifica el decreto firmado por Alberto Fernández, el jefe de gabinete Agustín Rossi y el canciller Santiago Cafiero.
Una vez que se haga efectiva la apertura de este consulado y se lo dote del personal necesario para trabajar en él, la Argentina contará con cinco representaciones consulares en China: Beijing, Shanghái, Canton, Hong Kong y el nuevo en la ciudad de Chengdu, capital de la provincia de Sichuan en el suroeste del país.
La importancia de la apertura de un nuevo consulado en China
“Decimos que Beijing es un socio estratégico y queremos acercarnos cada vez más a ellos, pero tenemos pocos consulados en comparación a, por ejemplo, Chile”, se había quejado hace meses en diálogo con la señal TN un funcionario del Gobierno que sigue el día a día de la relación con el gigante asiático. “Necesitamos cambiar eso”, sentenció. China seguirá siendo destino C en la denominación interna de Cancillería.
El anuncio del nuevo consulado llega en momentos donde la Argentina mantiene una estrategia de fuerte acercamiento hacia China en términos políticos, económicos y militares, si es que finalmente Beijing logra concretar la venta de sus aviones caza JF-17 Thunder. Coincide también con la recta final de la administración de Alberto Fernández.
Estos consulados no sólo trabajan temas netamente consulares como visas, ciudadanías, permisos, etc, sino que también funcionan como complemento a las negociaciones y la estrategia que lleva adelante la embajada en Beijing. En un país tan extenso como China con más de 1400 millones de habitantes, estas oficinas son clave.
La decisión argentina contó con el aval de China, que en noviembre del año pasado ya había dado luz verde para avanzar en la apertura del nuevo consulado. La Casa Rosada quiere asegurarse el vínculo en torno a los proyectos relacionados a la Ruta de la Seda, el SWAP, las inversiones en infraestructura y otras grandes negociaciones que están pendientes como Atucha III.
El nuevo consulado tendrá circunscripción sobre las provincias chinas de Sichuan, Guizhou, Yunnan y Shaanxi. Y si de grandes proyectos se hace mención, la empresa estatal china que tiene intención de construir un puerto en Tierra del Fuego está radicada, justamente, en esta última provincia.
Shaanxi Chemical Industry Group firmó un memorándum de entendimiento con Tierra del Fuego para construir un polo petroquímico en la provincia. A pesar de que el Gobierno buscó despegarse de este proyecto y la provincia aseguró que no avanzaría, la rúbrica se encuentra en la legislatura local.
Tanto en este como en todos los otros proyectos China tiene toda la intención de avanzar y desembolsar el dinero necesario para aumentar su presencia en la Argentina y América Latina. La decisión de la Argentina de abrir un nuevo consulado va en esa misma dirección y busca fortalecer un mercado bilateral que hasta el momento es muy negativo para nuestro país.