Horacio Rodríguez Larreta comienza a desplegar los cambios proyectados en el gabinete porteño. Jorge Macri asumirá hoy como ministro de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, luego de haber pedido licencia como intendente de Vicente López. Será uno de los principales cambios dirigidos a reforzar la gestión y, por cuerda separada, comenzar el operativo “Horacio Presidente” para 2023.
El jefe comunal, que ayer fue reemplazado por la concejal Soledad Martínez, se dedicará a coordinar las políticas relacionadas con el AMBA. Fue lo que le ofreció Rodríguez Larreta para que aceptara bajarse de su candidatura bonaerense y habilitar la postulación de Diego Santilli.
Jorge Macri asumirá sin un acto formal de jura y firma de su cargo. Sólo se confirmó que hoy, a las 9.15, compartirá con el alcalde porteño una recorrida por el vacunatorio de La Rural.
El resto de los cambios en el gabinete de la Ciudad se concretarán el 10 de diciembre: asumirán en distintos puestos los radicales Lautaro García Batallán, Inés Gorbea, Leandro Halperín y Ariel Alvarez Palma, mientras que el actual secretario de Ambiente, Eduardo Macchiavelli, uno de los principales operadores del larretismo, pasará a ser secretario de Asuntos Estratégicos.
García Batallán, ex miembro del Grupo Sushi del gobierno de la Alianza, asumirá al frente de la Agencia de Protección Ambiental (APRA), Gorbea será secretaria de Ambiente, Halperín irá al área de Seguridad y Justicia, Juan Nosiglia será subsecretario de Deportes y todavía no está definido el cargo que desempeñará Alvarez Palma. Los cuatro últimos son actualmente legisladores porteños de Evolución, la UCR alineada con el senador nacional Martín Lousteau.
Agustín Forchieri, dirigente de confianza de Santilli que se desempeñó como vicepresidente primero de la Legislatura desde 2019, asumirá como secretario de Bienestar Ciudadano de la Ciudad. Y también se sumará Carmen Polledo, diputada del PRO que termina su mandato, como subsecretaria de Relaciones Institucionales, dependiente de la Secretaría General de la Ciudad, en manos de Fernando Straface, ex jefe de campaña de María Eugenia Vidal.
Todos estos cambios, con el objetivo de mejorar la gestión, se complementarán con la constitución de una “mesa política” para apuntalar el sueño de Rodríguez Larreta de llegar a la Presidencia en 2023.
Esa estructura, que comenzará a funcionar desde el lunes próximo, tendrá como una de sus principales figuras a Santilli, quien se convertirá en el armador nacional del proyecto presidencial de su amigo Horacio. Además de ocuparse de su candidatura a gobernador bonaerense, se dedicará a recorrer el país para alinear a la dirigencia detrás del plan del jefe de Gobierno para suceder a Alberto Fernández.
Santilli trabajará codo a codo con funcionarios larretistas como Fernando Straface, Eduardo Macchiavelli y Federico Di Benedetto (el cerebro de la campaña de Juntos en la provincia de Buenos Aires), los diputados del PRO Alvaro González y Silvia Lospennato, la senadora del PRO Guadalupe Tagliaferri, Francisco Quintana (vicepresidente del Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires) y Augusto Rodríguez Larreta, hermano del jefe de Gobierno, además de Bruno Screnci, el saliente ministro de Gobierno a quien reemplazará Jorge Macri.
Hasta ahora no está previsto que Jorge Macri se sume a la “mesa política”: no es un dirigente del PRO identificado con el larretismo (al menos hasta ahora) y puede convertirse en un virtual competidor de dos referentes de confianza del jefe de Gobierno como Santilli y Vidal en 2023.
Es que entre las posibilidades que se le abren al intendente de Vicente López están las de ser candidato a gobernador bonaerense o a jefe de Gobierno porteño. Con el pedido de licencia, también estará en condiciones legales de volver a presentarse para un tercer mandato en el municipio de la zona norte.
Su llegada es mirada de reojo por la vieja guardia larretista, celosa de sus espacios al lado del jefe de Gobierno. Y nadie cree que Jorge Macri mantenga un perfil bajo dentro del nuevo equipo porteño. Lo único cierto es que comienzan a concretarse los cambios que proyecta Rodríguez Larreta para que la Ciudad se convierta en la mejor vidriera y así pueda llegar a mudarse a la Casa Rosada en 2023.