A las cinco de la tarde, puntual, Cristina Fernández de Kichner recibió en su despacho del Senado a sus dos invitados. Ambos son formoseños y presidentes de sus respectivos bloques e interbloques: José Mayans, del Frente de Todos, y Luis Naidenoff, en el doble rol de presidir el de la UCR y Juntos por el Cambio. Se sumó María Luz Alonso, la secretaria administrativa de la Cámara, que es el brazo ejecutor, junto con el secretario parlamentario Marcelo Fuentes, de cada decisión de la Vicepresidenta de la Nación. En lugar de cambios en el reglamento y debate en comisión, CFK propuso un acuerdo político.
Justo cuando arrancó el encuentro, por el que Kirchner, Mayans y Naidenoff volvieron después de un mes y una semana a sus oficinas, terminaba en Diputados el segundo debate de la comisión de Modernización Parlamentaria, que avanzó en un protocolo de funcionamiento de una sesión mixta, con presencia de jefes de bloques en el recinto y el resto de los diputados en sus respectivos hogares o en un lugar alternativo como Legislaturas provinciales donde se garantice la conexión a internet. Esa sesión sería la próxima semana, después de que se terminen de consensuar entre oficialismo y oposición las reglas de funcionamiento.
La Vicepresidenta, en cambio, hizo preparar una propuesta de sesión virtual que les entregó en formato PDF y los invitó a visitar el recinto donde el personal del Senado ya instaló las cámaras y las pantallas para sesionar. La prueba con ese equipamiento se hizo el lunes en la presentación del ministro Agustín Rossi ante la comisión de Defensa. En el texto Cristina Kirchner propuso un reglamento para Labor Parlamentaria (reunión en la que participan los jefes de todos los bloques). Allí se debería acordar el temario para la sesión, confeccionar una lista de oradores y fijar tiempo del uso de la palabra. Incluyó el estricto cumplimiento del artículo 196 del reglamento del Senado que establece que nada escrito se puede leer durante el debate, un tema por el que tuvo roces con algunos legisladores en las sesiones de marzo.
Sugirió, además, no hacer homenajes ni planteos de cuestiones de privilegio para abreviar las discusiones. Sobre el desarrollo de la sesión virtual, la Vicepresidenta propuso que las autoridades estén en forma presencial en el recinto del Senado: Presidenta de la Cámara, Secretaria Administrativa, Secretario y Prosecretarios parlamentarios. No sumó a la vicepresidenta del cuerpo, la santiagueña Claudia Abdala. Del lado de Juntos por el Cambio aún no dieron una respuesta pero harían una contrapropuesta para garantizar algunos recaudos y límites. Creen que tampoco habría sesión el 6 de mayo como quería Cristina Kirchner para debatir los DNU que recién tendrían dictamen mañana a la tarde.
Naidenoff, que está convencido de que debe modificarse el reglamento, no le dio una respuesta a la Vicepresidenta, quedó en conversar con su interbloque y guardó silencio. Aunque tenía preparada una presentación para la Bicameral que trata los Decretos de Necesidad y Urgencia, decidió faltar. Mayans se sumó más tarde, tras quedarse a solas con su jefa política. Respecto a las convocatorias de sesiones, impulsa que los senadores puedan requerir sesión especial a través del envío digital del pedido a la Mesa de Entradas. Mediante un decreto presidencial parlamentario se convocaría a sesión virtual y se establecerían las bases de funcionamiento ad referéndum del pleno que luego lo votaría.
Los senadores, en cambio, estarían conectados en forma remota desde un organismo oficial cercano a sus domicilios como una Legislatura, Concejos Deliberantes, Municipalidad o Gobernación. El objetivo es garantizar una conexión a internet que cumpla algunas especificaciones técnicas como ancho de banda y la presencia de personal informático que para dar soporte si fuera necesario. Para prevenir posibles inconvenientes se solicitará contar con un teléfono celular del tipo smartphone. Similar propuesta se analiza en Diputados como plan B para quienes no tengan seguridad respecto a la conectividad de sus domicilios. Hay quienes querrían, como los que residen cerca, participar en forma presencial y se lo harían saber.
A diferencia de lo que se consideró en la Cámara baja, el plan B de Cristina para el Senado es que, quien tuviera problemas para movilizarse hasta la gobernación, concejo deliberante o Legislatura más cercanos, y que certifiquen “en forma fehaciente” esa dificultad, podrán realizar la conexión desde su domicilio. Respecto a la identificación, utilizarán el mismo sistema que acordaron los jefes de todos los bloques parlamentarios con el presidente de Diputados Sergio Massa: validarán la identidad a través de oficiales de Registro Nacional de las Personas que se encontrarán in situ. Massa firmó esta tarde un convenio con el ministro del Interior, Eduardo ‘Wado’ de Pedro, de quien depende ese organismo.
El quórum, que es un tema recurrente en los reclamos de la oposición, se contabilizaría en el tablero del recinto tal cual se hace durante las sesiones, una vez que cada diputado haya validado su identidad. Juntos por el Cambio ya hizo consideraciones en contra al respecto. “¿Cómo se contabiliza si se cae el quórum con esta modalidad?”, preguntan. Respecto al desarrollo, sería similar a las sesiones presenciales: una vez obtenido el quórum, las autoridades continuarían con los procesos establecidos para la sesión correspondiente y se comenzará el debate en base a una lista preestablecida de oradores vía teleconferencia. La recomendación de la Vicepresidenta es reducir al mínimo posible el uso de la palabra.
La votación, otro de los temas de discusión estos días, sería mediante un sistema electrónico que utilizarían los senadores. Para chequear y evitar dudas, habrá un acta de votación con la emisión de cada uno de los votos sobre los que las autoridades informarían verbalmente: nombre, sentido del voto y resultado de la misma. “De ser necesario, se podrá corregir el sentido del voto verbalmente, de lo que también se deberá dejar constancia en el acta”, propuso CFK que también incluyó la posibilidad de realizar votaciones en voz alta, previa identificación de la senadora o senador.
Otra “recomendación” de la Vicepresidenta es que la sesión no se extienda por más de cuatro horas y que se transmita en la plataforma de Senado TV, YouTube, y otros medios. Como un gesto hacia la oposición, los presidentes de dos comisiones que responden a La Cámpora cedieron ante pedidos de Juntos por el Cambio. En Diputados, en el caso de Modernización, donde se elabora un protocolo para la sesión virtual de la semana próxima, se avanzaron en modificaciones al borrador y Daniela Vilar pasó a un cuarto intermedio hasta mañana para que el texto tenga amplio consenso antes de remitirlo a la comisión de Peticiones Deberes y Reglamentos.
Luego, en la Bicameral Permanente de Trámite Legislativo, tanto su presidente, Marcos Cleri, como la senadora kirchnerista Anabel Fernández Sagasti, aceptaron reclamos de los mendocinos Luis Petri y Omar de Marchi para que no se dictamine hoy respecto a los Decretos de Necesidad y Urgencia firmados por el COVID-19 por Alberto Fernández. Ninguno de los dos, ni Cleri ni Fernández Sagasti, aceptarían algo así sin una indicación de Máximo Kirchner y Cristina Fernández. Según supo Infobae, hubo un acuerdo entre ellos, Massa y los jefes de cada bloque. La comisión Bicameral inició la discusión sobre los DNU pero para firmar dictamen esperarán a que esté el protocolo de funcionamiento virtual de las sesiones y comisiones, aún cuando el oficialismo considera que la comisión especial tiene reglamento propio. No hay margen, dicen, para tensar la cuerda con Juntos por el Cambio que en el inicio de las discusiones puso reparos a varios decretos y aún acompañando muchos de ellos firmarían dictamen en minoría. La Vicepresidenta probablemente tenga que esperar para agendar la sesión.
Los diputados de Juntos por el Cambio están en Capital Federal después de haber viajado a pedido del jefe del bloque Mario Negri, quien los citó a una reunión de interbloque. El objetivo del encuentro era presionar al oficialismo para sesionar pero, tras el acuerdo del lunes entre oficialismo y oposición, sirvió para explicar detalles y calmar ánimos entre los más desconfiados. El principal temor era respecto al uso o abuso de la modalidad a distancia aunque en el caso de Diputados Negri explicó que el protocolo deberá validarse cada 30 días con tres cuartas partes de los votos, lo que obliga siempre a que haya consenso. En Juntos por el Cambio hubo muchos roces por estos días. No sólo entre los diputados por el apoyo que dieron algunos a las sesiones virtuales por fuera del interbloque. También entre los senadores. Esta tarde Humberto Schiavoni, con él, sumó en forma presencial a los del PRO entre ellos Gladys González, Esteban Bullrich y Laura Rodríguez Machado. Volvieron a reclamar una sesión.