Leonardo Fariña, el primer arrepentido de la corrupción kirchnerista, que involucró directamente a Cristina Kirchner con el dinero de Lázaro Báez en la causa conocida como la ruta del dinero K, renunció al Programa Nacional de Protección de Testigos. Fariña había ingresado al sistema en abril de 2016, después de una maratónica declaración ante el juez Sebastián Casanello, que días antes había ordenado la detención de Báez por la ruta del dinero K. Pero, como adelantó LA NACION hace dos meses, el financista analizaba abandonar la custodia tras la victoria del kirchnerismo en las PASO.
Desde su entorno apuntaban, sin embargo, a otros dos motivos: un fallo favorable en la Justicia (Casación anuló una condena en su contra de cuatro años de prisión por evasión impositiva ) y las restricciones que impone el programa a su vida cotidiana. La decisión de Fariña, confirmada por el propio arrepentido y por fuentes oficiales, ocurre en medio de la incertidumbre que rodea al programa de testigos protegidos, ya que el Gobierno pretende transferirlo a la Justicia por los pedidos de los denunciantes de casos de corrupción que temen quedar bajo el resguardo de la próxima administración.
Sin embargo, los rechazos surgidos del Poder Judicial frenaron la firma el decreto de necesidad y urgencia ( DNU) con el traspaso del sistema que alcanza a 225 testigos y 97 familiares a la Cámara de Casación. El Ministerio de Justicia ratificó que Fariña ya no se encuentra dentro del régimen del Programa de Protección a testigos e imputados: "Hoy se le comunicó al Tribunal interviniente la decisión de Fariña de retirarse del Programa por su propia voluntad".
Fariña renunció al programa de testigos protegidos https://t.co/po2V0SjFiW pic.twitter.com/jX8RmBRi1J
— LA NACION (@LANACION) November 22, 2019