EEUU y un mensaje a Alberto: Que Argentina "cumpla" con el FMI
Lo advirtió Steven Mnuchin, secretario del Tesoro norteamericano, quien contempla que se pidan cambios.
La renegociación de la deuda externa, en particular el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, será uno de los desafíos más importantes que enfrentará el Gobierno de Alberto Fernández cuando asuma la presidencia a partir del 10 de diciembre. En rigor, las negociaciones están en marcha y desde el organismo internacional de crédito ya enviaron mensajes al mandatario electo.
En esa línea, ahora Estados Unidos advierte que espera el "cumplimiento" de los compromisos de nuestro país con el Fondo. Así lo anticipó este miércoles 30 de octubre el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, quien no descartó una renegociación del acuerdo "stand-by" de 57.000 millones de dólares firmado por Argentina con el FMI, aunque advirtió que el organismo debería considerar cualquier solicitud de cambios como parte de su plan económico.
EEUU espera que Argentina mantenga su compromiso con el FMI: Mnuchin https://t.co/fTwgrzpm2N pic.twitter.com/HVQpz6kJyV
— Reuters Latam (@ReutersLatam)October 31, 2019
"Argentina tiene un compromiso con el FMI. Nuestra expectativa es que este gobierno cumpla con ese compromiso y si solicita cambios, como cualquier otro país, el FMI considerará su solicitud como parte de su plan económico", dijo Mnuchin en una entrevista con la agencia Reuters. "Queremos que el pueblo de Argentina y la economía tengan éxito. Nuestros intereses son apoyar al pueblo", agregó.
El apoyo de Estados Unidos, socio mayoritario del Fondo, fue fundamental para que se firmara el acuerdo con el FMI en junio de 2018, y luego para que se aumentaran los montos y se aceitaran las condiciones. La gestión de Donald Trump, de buena relación con la de Mauricio Macri, apunta a dos ejes clave del próximo Gobierno para que la Argentina acceda al dinero restante del crédito (restan desembolsar 14.000 millones) y eventualmente "reperfile" su deuda: el alineamiento con la postura "dura" sobre Venezuela y la moderación respecto a las relaciones con China, ahora rival comercial norteamericano.